A nadie se le escapa, que el rendimiento del equipo francés en la pasada carrera inaugural del campeonato, no fue el que todos esperábamos. Si a eso, sumamos que Fernando Alonso, el cual realizó una meritoria primer apare de carrera, tuvo que abandonar por problemas mecánicos, la carrera de Sakhir no dejo especialmente buen sabor de boca.
El equipo, y como ya paso tras los test, dejo dudas. Pero como desde el mismo equipo, o la marca madre Renault, ya han dejado claro, van a por todas. Quieren volver a ser un equipo referente, algo que no han logrado desde su retorno en 2016.
Si algo parece que ha quedado claro tanto en los test como en el Gran Premio, es que parece que el gran talón de Aquiles de los franceses es su unidad de potencia.
Es por ello, que desde el conjunto francés han prometido mejoras. Marcin Budkowski, director ejecutivo de Alpine F1, ha confirmado que para la segunda cita de la temporada, el Gran Premio de Emilia-Romaña, tienen pensado llevar una actualización. Especialmente en el apartado de su motor:
«Llevaremos una actualización bastante grande para Imola. Tendremos algunas piezas nuevas y por tanto, más potencia para el coche. También en las siguientes carreras más novedades».
Además, los franceses quieren asegurar el tema fiabilidad, algo que tras el abandono del español quedo en entredicho. Aunque hay que apuntar, que en este caso, fue más un tema de mala suerte que una avería como tal. Recordemos que un envoltorio de plástico se coló en un conducto de refrigeración de los frenos.
A pesar de la decepción que supuso el resultado en Sakhir, Alonso se ha mostrado en diferentes ocasiones, confiado en el equipo. El asturiano, y a pesar de todo, se mostró muy contento con el rendimiento del coche y, sobre todo, con volver a estar combatiendo de tú a tú con pilotos como Sebastian Vettel o Carlos Sainz.
La velocidad punta parece una de las cosas a mejorar de cara al futuro. Veremos si lo consiguen y hacen que tanto Alonso como Ocon puedan luchar por mejores plazas.