Ha terminado un caótico pero emocionante GP de Emilia Romagna, que empezó bajo piso mojado, después de que la lluvia se hizo presente. Sin embargo el que además de pelear con las condiciones tuvo que batallar de más con el auto ha sido Sebastian Vettel.
El piloto de Aston Martin tuvo en la vuelta de alineación de autos a la parrilla un problema con los frenos del neumático trasero derecho. Esta situación impidió al equipo cumplir con el plazo para montar los neumáticos 5 minutos antes de la partida. Por lo que Vettel tuvo que salir de pits, detrás de todos en el pelotón.
Este problema y falla del equipo, además le costó una tardía penalización de detener el auto y seguir en boxes, que se avisó al equipo después de que el piloto alemán había hecho el cambio de neumáticos, lo que le costó una nueva entrada a boxes.
La bandera roja regresó las cosas un poco a la normalidad pero una nueva falla, ahora en la caja de cambio, terminó con la carrera de Vettel. Al final estas fueron sus palabras:
“Tuvimos un problema al final con la caja de cambios. No nos llevamos nada en términos de resultados. Pudimos tener tiempo en el auto, pero no sirvió de mucho. Tenemos que trabajar en muchas áreas. Tuvimos que hacer varios ajusten en los autos antes de la carrera, eso nos comprometió.
Hay cosas de nuestro lado, mejorar el agarre del auto, para tratar de estar más al frente. Hoy nos han pasado tantas cosas que no sabemos realmente donde estamos. Hay que trabajar”.
Así que será para la siguiente carrera cuando Vettel trate de mejorar su desempeño en el auto, en busca de lograr un mejor rendimiento. Pero sobre todo buscando encontrar esa chispa que le permita regresar a la forma de antes. Que Aston Martin vaya que lo necesita de regreso.