La primera carrera de la temporada trajo consigo un nuevo rey a la Fórmula 1, aunque el resultado final fuese el mismo de siempre. La victoria de Lewis Hamilton y Mercedes en el GP de Bahréin, no eclipsó que Max Verstappen y Red Bull están un paso por delante de los vigentes campeones.
Su jefe de equipo Toto Wolff es consciente del salto adelante del equipo de las bebidas energéticas y que actualmente están por detrás en rendimiento a pesar de la victoria en Sakhir. Pero aún así, Wolff está con la mosca detrás de la oreja tras las declaraciones del CEO de McLaren, Zak Brown en el que asegura que Lewis Hamilton se retirará tras ganar el octavo título y la salida de Valtteri Bottas a final de temporada.
Para el jefe de McLaren, el movimiento idóneo para Mercedes sería el ascenso de George Russell y el fichaje de Max Verstappen para 2022, cosa que Wolff niega rotundamente:
«Brown es como Christian Horner. Simplemente esparcen mierda. Creo que Zak quería darle a Christian de su propia medicina. No me importa»
Aunque bien es sabido que George Russell es la primera opción para subirse al Mercedes, Wolff es consciente del potencial del británico y que puede ser el sucesor de Hamilton en el equipo. Además niega saber los rumores de que la relación esté rota entre ambos tras sustituirle Russell el año pasado:
«Esta es la primera vez que escucho eso. Pero la condición de mis pilotos es la menor de mis preocupaciones. Pero me lo puedo imaginar porque la competencia entre los dos es muy fuerte. Los grandes sienten cuando viene un buen chico. Y George es la próxima generación»
Para el próximo GP de Emilia Romagna en Ímola, Toto Wolff es consciente de que estarán por detrás de Red Bull y que intentarán ser competitivos e intentar comprender mejor el monoplaza de este año:
«La desventaja que hemos perdido con las nuevas regulaciones simplemente está ahí, no se puede restaurar. El punto ahora es que podemos hacer lo que tenemos para ser competitivos. Necesitamos entender mejor nuestro coche»