Sin lugar a dudas, Charles Leclerc ha sido uno de los grandes protagonistas de GP de Mónaco, desgraciado protagonista diría yo.
El joven monegasco que disputaba la carrera de casa era el gran favorito para llevarse hoy el triunfo. Pero el accidente que tuvo ayer en su segundo intento de vuelta rápida, hacía que todo esto quedara en dudas, a expensas de saber si el equipo se veía obligado a tener que cambiar su caja de cambios, tras el fuerte golpe que recibió la parte trasera.
Todo eran dudas y especulaciones. Pero a media mañana de hoy, desde Ferrari informaban que la caja de cambios no había tenido desperfectos importantes y que por lo tanto no era necesario cambiarla.
Por lo tanto, Leclerc conservaba su pole position y era el máximo aspirante para hoy.
Pero todo cambiaba a falta de 40 minutos para tomar la salida, y los pilotos se disponían a arrancar sus monoplazas para formar la parrilla.
Leclerc comenzó a ralentizar en el ritmo. Enseguida saltaban las alarmas y el equipo le pidió que volviera boxes. Mientras Charles, estupefacto, se echaba las manos a la cabeza durante su regreso a boxes.
Pasaban los minutos, y el SF21 no salía. Todo mientras los mecánicos no paraban de ver su trasera. Al poco de llegar ese contador a 0, Ferrari anunciaba que finalmente no podría disputar la carrera.
La cara de Charles era un auténtico poema. Ya un poco más calmado, explicaba las complicadas sensaciones:
«En el garaje, fue muy, muy difícil sentirse bien. Pero sí, supongo que me estoy acostumbrando a esta sensación aquí en Mónaco. Desafortunadamente, aquí nunca he terminado una carrera. Este año ni partiendo desde la pole.»
El de Ferrari no ha querido echar leña al fuego, e incluso a alabado el trabajo de su equipo:
“Es difícil de aceptar. Pero para ser honesto, siento que el equipo, los mecánicos han hecho un trabajo tan duro ayer para intentar comprobarlo todo.
Los mecánicos estaban muy contentos esta mañana al ver que todo parecía estar bien y que todas las partes estaban bien. Y luego sucedió esto. Es una pena para todos”.
Para terminar, reconoce no saber la causa exacta de la avería. Aunque apunta a que no fue directamente debida a la caja de cambios. Se habla de un palier:
“No puedo hablar mucho, porque por ahora no estoy al tanto de todo. Pero lo que sé es que aparentemente no proviene de la caja de cambios, sino de la parte trasera izquierda del automóvil. Ya sea que esté relacionado con el accidente o no, esto lo tendremos que ver con las investigaciones después de la carrera.»
Sin duda, toca que Ferrari descubra que ha sucedido.