En un súbito giro de eventos, Red Bull ha conseguido un trato que parece demasiado bueno para ser verdad. Seguirá contando con la tecnología y apoyo de uno de los titanes de la industria y, además, consolida su proyecto de motores con miras al 2026.
Parafraseando al recordado Murray Walker, en la Fórmula 1 todo puede pasar, y generalmente pasa.
Helmut Marko, consultor ejecutivo del equipo austriaco, ha confirmado lo que parecía un evento lógico a la luz del campeonato de Max Verstappen en la temporada pasada.
Era increíble que Honda abandonase la categoría después de haber alcanzado la gloria. Luego de años de miseria y desilusiones, y cientos de millones de dólares de inversión, debían aprovechar el golpe publicitario de ser los campeones.
Recordemos que, tras el anuncio del abandono de los japoneses, se firmó un acuerdo de intercambio y propiedad intelectual de su tecnología con los de Milton Keynes.
El equipo entonces tomaría la responsabilidad de la producción y mantenimiento de los motores desde el 2023.
@redbullracing
Sin embargo, desde el pasado GP de Italia, corría una versión en el paddock. El fabricante asiático seguiría fabricando los motores por un lapso mayor, mientras que la inversión proviniese de su cliente.
En términos claros, los motores se seguirán produciendo en la planta de Sakura, Japón. Los mismos ingenieros campeones seguirán desarrollando los motores para adaptarlos a los nuevos biocombustibles.
El principal motivo de este cambio era el mantener el altísimo desempeño de 2021. También el de mantener el impecable control de producción. Es de remarcar que ninguna unidad de potencia Honda provocó abandonos.
Por otra parte, un detalle en el reglamento supone, además, varios beneficios adicionales para la nueva división de motores de Red Bull. Si el equipo adquiriese el total de los derechos intelectuales de algún motorista, se le consideraría un motorista independiente desde este año.
Pero si se mantiene como un equipo cliente, en el 2026 sus propios motores serán considerados como “nuevo motorista” lo cual acarrearía una gran diferencia en la cantidad de horas de desarrollo adicionales, tanto en modelos de simulación, como pruebas en el dinamómetro.
Los actuales proveedores de motores no contarán con esas horas adicionales de prueba.
Esto parece abrir una puerta que permitiría la entrada del Grupo VW, con sus legendarias marcas deportivas: Audi y Porsche.
Se entiende que faltan detalles por finalizar en el nuevo acuerdo con el gigante de Hamamatsu. Entre ellos, el nombre bajo el cual los motores serán montados en el RB18. Así como también el tamaño de la inversión que Red Bull Powertrains habrá de desembolsar en los siguientes años.
En la entrevista a Autorevue, Marko señaló:
“Tenemos que encontrar una solución completamente diferente a la que originalmente concebimos.
Los motores serán fabricados en Japón hasta el 2025, no los vamos a tocar en lo más mínimo. Eso significa que los derechos y todas esas cosas, seguirán en propiedad de los japoneses, lo cual es importante en el 2026 para nosotros como fabricantes nuevos”.
@aurupteur
El austriaco no ocultó que ganar el campeonato pasado motivó a Honda a permanecer más cercana a la F1 de lo que habían planeado:
“Gracias a los éxitos conseguidos, seguramente se volvieron a pensar muchas cosas entre los japoneses. Así también ayudó que observaron que los nuevos avances técnicos se pueden usar en sus planes de electrificación de vehículos.
Se había planeado originalmente que ellos harían nuestros motores del 2022. Ahora se ha decidido que esto continuará hasta el 2025, lo cual es una enorme ventaja para nosotros. Esto significa que sólo tenemos que hacer pequeños ajustes y calibraciones.»
Esto, junto con el anuncio de que Masashi Yamamoto se vincularía directamente a Red Bull, mediante una figura de consultoría independiente, hace la magia. Porque este nombramiento es solo un tecnicismo legal para hacer que Spielberg pague las cuentas.
Desde 1981 ningún motor cliente ha ganado el campeonato de pilotos. Este cambio en el acuerdo con el titán japonés despeja muchas dudas en la competitividad de Red Bull, que ha dado un paso gigantesco en afianzar su posición para la nueva era de la F1.