Después de un par de años de estar ausente en Oceanía, la Fórmula 1 regresa al circuito de Albert Park y cae con el pie derecho. Pero para el piloto español, Carlos Sainz, las cosas no han ido a pedir de boca en la clasificación del Gran Premio de Australia.
En los albores del tercer round de la temporada 2022, el impulso de Ferrari no ha rendido los frutos deseados al madrileño. Ya que después de un fin de semana inmaculado y con un ritmo endiablado, en el momento crucial, han surgido las dificultades.
La frustración es difícil de ocultar para Sainz pues se sabe consciente de sus capacidades y de las prestaciones del auto:
“Hemos tenido una Q3 que la verdad ha sido un absoluto desastre. Primero con la bandera roja que no nos ha permitido poner una vuelta al principio de la sesión que hubiese valido. Que hubiese sido un buen tiempo para ponernos ahí adelante. Nos ha salido la bandera roja justo cuando iba cruzar la línea de meta.
Y luego con el segundo set de neumáticos, el coche no arrancaba. Teníamos los neumáticos preparados para hacer una vuelta de preparación y luego tirar. Y el coche por alguna razón no arrancaba, no hemos reaccionado lo suficientemente rápido. Hemos salido a pista tarde, he hecho la vuelta con neumático frío”.
@ScuderiaFerrari
Es comprensible la impotencia que siente el piloto español, respecto a las prestaciones del auto y a la Pole position de Charles Leclerc. Por otra parte comenta las condiciones que le esperan durante la carrera, partiendo desde el 9° puesto y anticipa que no será fácil:
“Nos han quitado la cuarta zona de DRS, con lo cual adelantar será más complicado. Parece que todos los coches estamos un poco más juntos. Los Red Bull y Ferrari no tienen la ventaja que quizá teníamos el otro día o en otros circuitos, así que va a ser un día complicado mañana. Así que intentaré remontar”.
Por lo pronto, nos queda esperar que Sainz, salga del bache en el que se encuentra y se ponga en sintonía con el auto.
El reto que Carlos tiene en Australia, es igual de grande y salvaje como el continente. Por una parte tiene a su coequipero en una sintonía brutal con el auto. Por otra parte tiene un frente a él, la presión de de Maranello por conseguir más resultados.
No podemos dudar del talento del madrileño. Justo en la temporada pasada, pudimos ser testigos de como superó a su compañero. Dicho sea de paso, el favorito de la escuadra. Por lo pronto, sería muy interesante ver a Carlos saltar ese muro que pone décimas de distancia con Leclerc.
De momento la estadística no favorece a Sainz en Australia, pues ha conseguido puntuar la mayoría del tiempo, pero no ha saboreado el champagne. Afortunadamente es cuestión de horas para que se apaguen las luces y podamos disipar dudas. Para ver si la situación de Carlos, cambia de rumbo en una remada contra una marejada, nada sencilla.