Aunque las matemáticas dicen lo contrario, Max Verstappen sabe del desafío que supondrá ganar el título. Sus dos abandonos han hecho que se encuentre a un mundo de distancia de su rival por el título esta temporada, Charles Leclerc.
Pero sabe que para empezar la remontada ha de ganar en el GP de Emilia Romagna. Eso supone ganar en el feudo de su máximo rival. Sin embargo, el piloto de Red Bull sabe que será una lotería debido a la llegada de la lluvia en el fin de semana.
En la rueda de prensa de la FIA, Verstappen reconocía desconocer como será pilotar los nuevos coches con el líquido elemento:
«¡De hecho, vine a tomar un poco de sol! Pero todavía no he conducido el auto bajo la lluvia, así que hoy será un día importante. El equipo ha trabajado duro en la confiabilidad del auto, hemos sido competitivos hasta ahora, pero luego tienes para terminar. Tendremos que ver cómo va aquí»
El talón de Aquiles esta temporada de su Red Bull está siendo la fiabilidad, pero el neerlandés confía en que todo ello sea cosa del pasado:
«Fuimos competitivos en todas las pistas, obviamente algunas mejores que otras. Sé que el equipo ha hecho todo lo posible para resolver los problemas de confiabilidad que hemos tenido. Los problemas de confiabilidad fueron inesperados, porque las pruebas de pretemporada fueron bien. A ver si conseguimos solucionarlos este fin de semana.»
El vigente campeón del mundo se queja del nuevo formato de fin de semana se estableció para eliminar un jueves lleno de actividades para los conductores, pero todo sigue igual:
“Se me hace raro que después de un jueves ajetreado también tengamos rueda de prensa el viernes. Y pronto tendremos que salir a la calle a todos los equipos de TV para contar una y otra vez lo mismo. Eso no es divertido para nosotros, pero tampoco lo es para los medios. Debe ser posible organizar eso de manera más efectiva.»
La lotería de la lluvia será determinante para las aspiraciones del holandés. Max quiere el boleto ganador para meter presión a Leclerc. ¿Lo conseguirá?