La F1 vuelve tras una semana de parón. Y lo hace, ni más ni menos, en uno de los “clásicos modernos” del calendario, Albert Park. El circuito semiurbano de Melbourne vuelve tras 3 años de ausencia debido a la pandemia y lo hace con algunas modificaciones en su trazado.
Sede del Gran Premio de Australia desde 1996, vio como último ganador al finlandés Valtteri Bottas, que se impuso solventemente con Mercedes en 2019. Este año, sin embargo, las cosas no pintan tan bien para la marca de la estrella.
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De ello ha hablado el jefe de equipo de los alemanes, Toto Wolff. El austriaco, lógicamente, no es ajeno a la realidad del equipo y es plenamente consciente del punto en el que se encuentran:
“Ahora mismo nos encontramos en una carrera de aprendizaje. Los dos primeros fines de semana han demostrado que nos queda mucho por aprender.
De momento, nuestro rendimiento en la pista no está cumpliendo nuestras propias expectativas. No obstante, todo el equipo en las fábricas de Brackley y Brixworth está centrado en entender los problemas y encontrar las soluciones adecuadas”.
Wolff, en la misma línea de los últimos comunicados de la marca alemana, se ha mostrado realista, ya que sabe que las carencias del W13 no tienen un remedio inmediato:
“No habrá una solución mágica para el próximo fin de semana, pero estamos tratando de mejorar sin pausa en las próximas carreras para acercarnos a los mejores.
Hasta que eso ocurra, debemos maximizar cada oportunidad que se nos presente y aprovechar al máximo el paquete que tenemos”.
Mercedes se encuentra en una posición que no les resulta familiar. Pese a ello, Wolff afirma estar preparado y cree que la colaboración entre sus pilotos, Lewis Hamilton y George Russell, será fundamental para el devenir del equipo:
“Por lo tanto, tenemos varios retos por delante, pero eso es algo que nos gusta y es ahí cuando un equipo muestra su verdadero espíritu.
Lewis y George están haciendo una gran contribución al esfuerzo general, proporcionando información y pasando tiempo en el simulador. En definitiva, trabajando juntos para ayudarnos a avanzar”.
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Por último, el jefe de equipo de las “flechas plateadas” quiso hacer referencia a la ilusión que supone volver al remodelado Albert Park después de 3 años de forzada ausencia:
“Ahora nos dirigimos de nuevo a Melbourne por primera vez desde 2020 y correremos allí por primera vez en tres años (2019). Eso es demasiado tiempo para una ciudad y un país tan apasionados por la Fórmula 1.
Estamos deseando ver a los aficionados y el nuevo trazado de la pista, que promete unas mayores oportunidades de adelantamiento y tiempos de vuelta más rápidos”.
En menos de 2 días los 20 monoplazas comenzarán a recorrer el trazado australiano. Será entonces cuando comprobaremos si Mercedes consigue finalmente enderezar su camino y acercarse a Ferrari y Red Bull.