El glamuroso y legendario Gran Premio de Mónaco vuelve con afición en sus tribunas y ha visto las primeras 2 prácticas. Los dos mejores cronos se los llevaron los Ferrari de Charles Leclerc y Carlos Sainz, seguidos muy de cerca por los Red Bull de Sergio Pérez y Max Verstappen.
Para el campeón del mundo las cosas no han salido como le hubieran gustado pues terminó en el 4° escalón en ambas sesiones. Es muy pronto para asumir que es todo para el equipo austriaco, así como para emitir juicios lapidarios, pues aún no obtienen todo del auto:
«En general, hemos probado algunas cosas para ver cómo se comportaba el coche. Estaba un poco más contento al final de la primera práctica en comparación con la segunda. Evidentemente, al mejorar el equilibrio se puede atacar un poco más y, en consecuencia, los tiempos bajan».
Lo que está claro es que Ferrari es el auto a batir en las calles del principado. Pero bien sabemos el gran equipo de Red Bull que, aunado al talento de sus pilotos, pueden extraer prestaciones que los pongan en la pelea:
«En cualquier caso, tenemos que encontrar algo más que el Ferrari. Tenemos que mejorar el equilibrio, pero con el depósito lleno creo que ha ido bastante bien. Sin embargo, todavía hay mucho que analizar».
@redbullracing
Algo que resaltó el piloto neerlandés, fueron las sensaciones de los nuevos autos sobre el asfalto de Montecarlo. Son monoplazas más robustos, y con mayor sensibilidad de las imperfecciones del asfalto:
«En esta pista se nota que los coches de 2022 son más pesados y un poco más lentos. También se sienten más las irregularidades del asfalto ya que los coches son más rígidos. La visibilidad también es un poco reducida en comparación con el pasado, pero está bien».
Es indudable que las prácticas plantean un panorama del ritmo de los monoplazas y de la comodidad de los pilotos. Pero lo que verdaderamente cuenta, es lo que suceda el día de mañana en la Clasificación.
¿Será que el equipo de las bebidas energizantes está haciendo “sandbagging”, para así esconder un poco el ritmo final?. ¿O quizá Ferrari está dominando sobre manera?
Sea cual sea la razón, es cuestión de horas para ver el resultado. Especialmente en este circuito dónde la comunión hombre y máquina exige a tope. Pues el margen de error en un espacio tan reducido manda a más de uno sobre las barreras.