Vaya revés que le propinó el Gran Premio de Francia a Charles Leclerc y lo colocó del podio al bodrio. La mala fortuna y, como el mismo reconoció, le falló el instinto. Y no hay ningún afán de mandarlo a la hoguera, es simplemente porque vemos al monegasco a través del crisol de campeón. Es el ímpetu de que se mantenga en la lucha por el escalón más preciado de cada piloto de Fórmula 1.
Todo pintaba para ser un paseo dominical para Charles. Una largada impecable, aguantando las embestidas de Max Verstappen, cual tiburón hambriento pintaba sus espejos. Mientras tanto, el pitwall de Red Bull, agotando recursos del libro, optaban por el undercut.
Las situación fluía cuando de pronto en la vuelta 18, el leviatán de la curva 11 nubla el juicio de Leclerc y lo manda directo al muro. Sin posibilidad alguna de reincorporarse a la pista para buscar redención. En la radio irrumpe un desgarrador grito cargado de impotencia y frustración con el vaticinio de que todo estaba perdido…
Por un momento especulamos que la situación de Charles se debió a un problema con el acelerador, pues por la radio murmuró algo relacionado. Eso nos recordó de inmediato al problema que manifestó en Austria.
Al final, del piloto de Montecarlo manifestó que la naturaleza del infortunio, fue provocada por un error humano y no a algo relacionado con la fiabilidad del auto:
«No, no lo fue. O al menos todavía no sé si lo fue. Pero, no parece que lo fuera, fue sólo un error. Obviamente es extremadamente frustrante. Siento que estoy rindiendo al más alto nivel de mi carrera desde el comienzo de la temporada, pero no tiene sentido rendir a ese alto nivel si cometo estos errores.
Creo que son 32 puntos en total, hoy creo que 25, porque era probable que fuéramos a ganar ya que éramos rápidos. Y 7 en Imola con otro error mío, así que al final del año haremos de nuevo el recuento, y si pierdo el mundial por 32 puntos entonces sabré que fue por mí y que no me merecía el campeonato”.
@ScuderiaFerrari
Leclerc ha mostrado esta temporada, que tiene todo para ser campeón. Hambre, tenacidad y talento, pero eventos como los de hoy, ponen en perspectiva un panorama confuso:
«He tenido problemas de consistencia y he cometido un error donde no tendría que haberlo cometido. No he sido lo suficientemente bueno, sin excusas. Estoy compitiendo a un gran nivel, pero si cometo estos errores no merezco el mundial».
Es inevitable borrar del imaginario colectivo y poner sobre la mesa aquella mala jornada de Sebastian Vettel. Ataviado con la misma camiseta rojo escarlata de Maranello en aquella Alemania del 2018. Suceso que parece haber marcado un parteaguas en su trayectoria. Saliendo de la pole position y virtualmente, con todas las de ganar. (Sin la intención de condenar y poner en tela de juicio el indiscutible talento de Seb, pero la F1 es salomónica).
Esperemos y Charles pueda sacudirse el polvo de esta mala experiencia y ponerse en pie lo antes posible. Pues tenemos encima el parón de verano y de paso, a un super Max que no perdona absolutamente nada.
¿Crees que Leclerc pueda reponerse y llevar a il cavalino rampante de vuelta a la lucha por el campeonato del mundo? ¿O Sergio Pérez, o Carlos Sainz se lo comen?