Finalizado el emocionante GP de Gran Bretaña, los gestos de Charles Leclerc con Mattia Binotto, jefe de la escudería Ferrari delataron una clara disconformidad con su equipo. Después de haber transitado gran parte de la carrera con daños en su alerón delantero, la situación para el monegasco no era la mejor. A pesar de los daños, su ritmo llegó a ser mejor que el de Carlos Sainz, pero la salida del auto de seguridad por el abandono de Esteban Ocon y su Alpine lo cambiaron todo.
Con ambos pilotos de Ferrari disputando la victoria, las radios se encendieron y las conversaciones internas fueron protagonistas sobre quién merecía estar en primera posición.
La lógica seria que el piloto mejor situado en el campeonato obtendría el liderato, pero las dudas en el equipo italiano fueron notorias. La incertidumbre fue la reina y una vez más el que terminó perjudicado fue Leclerc. Producido el abandono de Ocon, se esperaba un pitstop “doble” en el que Charles y Carlos pondrían neumáticos blandos nuevos.
Esto no ocurrió y fue solamente el español quien hizo su detención en boxes estando en segundo lugar hasta ese momento. La historia juzgó esta decisión con el resultado que todos conocemos, Carlos primero y Leclerc en cuarto lugar.
Con mucha impotencia encima, el piloto de Mónaco daba su opinión al respecto:
“Todavía era una carrera en la que faltaba el resultado final. Hice de todo, y creo que se notó en las defensas en el final. No sé qué más podría haber hecho”.
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En pocas palabras, se refirió con estos comentarios acerca de lo que fue la decisión de no parar en boxes:
“Era la primera vuelta detrás del coche de seguridad y no paré. Obviamente no fue la decisión correcta para mí”.
Las escenas previas al podio enfocaron a Binotto y Leclerc teniendo una conversación con un aparente todo de voz “elevado”. Y a pesar de una clara disconformidad con el resultado y una potencial victoria perdida, Charles mantiene la diplomacia con el equipo:
“No soy nadie para pedir aclaraciones a Ferrari, pero ha sido una carrera frustrante y tengo la impresión de que he perdido algo de tiempo en comparación con mi ritmo óptimo, especialmente en el primer stint”.
Después de tanto enojo y con los pensamientos fríos, el monegasco no deja de resaltar que hoy es un día de celebración para Ferrari ya que Carlos Sainz obtuvo su primer triunfo en la F1 y con el equipo Ferrari:
“Hoy, sin embargo, tenemos que celebrar la primera victoria de Carlos y no me gustaría que la atención se centrara en mi decepción. Hay que subrayar este momento tan especial, pero por mi parte no puedo ocultar mi decepción”.
Se sabe que Ferrari tiene cuentas pendientes con Charles Leclerc por todas esas victorias perdidas en las carreras anteriores. ¿Ferrari tenia miedo de tomar una decisión? Lo cierto es que en el momento es complicado elegir a quien darle prioridad. Pero las radios durante la carrera mostraron una gran debilidad de los italianos que podría haberles costado muy caro.