Vaya calificación que nos obsequió el intrincadamente veloz circuito de Zandvoort. Al final, vimos menos de un segundo de diferencia entre los 7 primeros. Siendo Max Verstappen quien se llevó la pole, seguido muy de cerca por los Ferrari de Charles Leclerc y Carlos Sainz.
Justo la semana pasada en Bélgica, Sainz vaticinaba mejor ritmo en el Gran Premio de Países Bajos. El piloto madrileño no estaba muy alejado de la realidad, pues se encuentran a escasas milésimas de Max, que dicho sea de paso, voló sobre el circuito de casa.
Carlos está consciente del ritmo del auto y sobre todo de sus capacidades para llevarlo al límite. Y se muestra optimista ante el reto que tiene enfrente y seguramente sabe que en ritmo de carrera el SF-75, tiene grandes posibilidades:
“Viendo la vuelta en retrospectiva, miro la pista y puedo ver a donde puede ir ese 0.9. Eso es una muestra de qué tan cerrada y divertida fue la calificación para nosotros. Con vueltas al límite, desafortunadamente la balanza se inclinó al lado de Max, otra vez. Charles y yo tuvimos que bancarnos en P2 y P3, pero creo que mañana aún hay otra oportunidad.
Vamos a buscar nuestra mejor oportunidad, tenemos 2 autos para dar pelea a Max. Espero durante la carrera no se aleje demasiado y podamos ser competitivos. Te puedo de decir ahora mismo que necesitaremos una buena estrategia, así como un gran ritmo en pista para tratar de derrotar a Max”.
@ScuderiaFerrari
Se puede leer en lenguaje corporal de Sainz esa seguridad y el hambre de conseguir la segunda victoria, que no pinta lejana. Es cuestión de que los planetas vean su alineación en el vado de arena y tanto la estrategia sea la correcta y que la fiabilidad del auto, esté ahí.
Al momento las sensaciones parecen las correctas, pero el madrileño tiene al frente una montaña que deberá escalar con paciencia e inteligencia. El reto no sólo está al frente suyo, pues detrás tiene una manada de lobos que esperan cualquier descuido para devorarle. Grandes largadores encabezados por Sir Lewis Hamilton, seguido por Sergio Pérez, George Russell y Lando Norris.
Seguramente tendremos una salida electrizante donde el rugido de los motores, sólo será opacado por el clamor de la tribuna naranja. No podemos esperar a que las luces se apaguen y veamos cómo termina esta trepidante historia.