En el Gran Circo cada detalle importa, nada es al azar, nada se deja a la imaginación o especulación. Uno de los factores que más tiene preocupada a la organización es la cuestión visual del producto y de la marca. Si bien los equipos ponen su impronta, detalles como vestimenta de autoridades, auxiliares en pista o incluso el Safety Car son importantes para la FIA.
En este caso el conflicto recae en la finalización del contrato vinculante de Mercedes con el aspecto organizativo de la Fórmula 1. El auto de seguridad particularmente es la preocupación de las autoridades, ya que pretenden la continuidad de la marca alemana como la patrocinadora del mismo.
Sin embargo, tener esa visibilidad es muy preciado en el mercado del automovilismo. En este momento, ya varias marcas se sentaron a hablar con la F1 para ser ellos quienes aporten el auto que establece el ritmo de carrera.
En este contexto, es Aston Martin quien se ha metido en la discusión. La marca británica comprende los conflictos económicos que tiene Mercedes por los recortes que ha efectuado en su fábrica. Parece que incluso ha propuesto compartir el vehículo e intercalarlo con los alemanes.
Hay que destacar que Mercedes viene siendo el Safety Car de la Fórmula 1 desde el año 1996. El último acuerdo firmado con la categoría reina, data del 2014 y culmina en diciembre de este mismo año.
Si bien las autoridades pretenden que los alemanes continúen al frente de la parrilla en los incidentes de pista, mezclar a ambas marcas no es visto con malos ojos. Mercedes parece estar de acuerdo con esta idea planteada de antemano, ya que Aston Martin es socio tecnológico de la marca alemana, y el vínculo se estrecharía aún más ante este escenario.
Cabe señalar que Daimler, matriz de Mercedes-Benz, posee el 20% de Aston Martin, mientras que en el ámbito competitivo, Toto Wolff tiene el 5%.