Aunque hace unas semanas, su renovación se daba por hecha, el futuro del piloto finlandés en Ferrari, sigue en el aire.
La renovación de Räikkönen por la escudería, que hace pocas semanas se daba por hecha, parece que a día de hoy se está complicando.
Tras la carrera de Mónaco, el jefe de Ferrari, Maurizio Arrivabene, le instaba a realizar un mejor trabajo en la calificación de los GP. Kimi respondía con el tercer mejor tiempo de la sesión, y conseguía superar por primera vez a su compañero Sebastián Vettel, aunque para ser justos hay que señalar que el piloto alemán sufrió problemas técnicos en la MGU-H, que se sumaron a la sanción impuesta tras adelantar con bandera roja durante los terceros entrenamientos libres.
Pero el problema para Kimi en Canadá, llegó durante la carrera, donde fue incapaz de mantener esa tercera posición y se quedó fuera del podio. Un trompo en plena carrera, acabó con sus esperanzas de subir al podio y además hizo que su compañero, terminara justo por detrás de el, a pesar de salir 15 posiciones más atrás.
Este hecho y como es normal, molesto mucho a Arrivabene, aunque luego quiso quitar hierro al asunto asegurando que el finlandes tuvo un problema:
«Todo indica que un problema técnico fue la causa, ya que vimos a raíz de los datos, que el embrague se comportó de forma brusca. El ritmo en carrera de Kimi fue bueno»
Por su parte, Räikkonen comentaba en palabras a Sky Italia que su objetivo para el resto de la presente temporada no es otro que mejorar y a poder ser, intentar ganar una carrera.
«Sería feliz si gano al menos, una carrera esta temporada. Estoy seguro de que puedo mejorar, ser más competitivo y dar caza a Mercedes, pero es difícil de saber. Necesitamos un poco más de tiempo».
Por último y a la pregunta que si le gustaría que su hijo de 5 años tuviera la misma profesión que él, Räikkönen admitió que espera que su hijo escoja una carrera diferente a la F1. «¿Por qué? Pues porque cuando me retire, no quiero estar aquí de vuelta en el paddock».