Una Fórmula 1 en la que no se corre todo lo que se puede.
La Formula 1 lleva varios años buscando convertirse en una Fórmula 1 más “verde”, intentando abaratar costes y ser algo más ecológica, algo un tanto irónico cuando la venden como la máxima categoría del automovilismo.
Empezaron limitando los test, fijando solo unos pocos test en la pretemporada, dejando así a los equipos sin poder probar durante la temporada, cosa muy habitual hasta entonces. Se introdujo el KERS, ese sistema novedoso que nos vendían como que aportaría potencia extra al motor a elección del piloto, que llegaron a apodar “El botón de adelantar” que tras muchos dolores de cabeza para los equipos acabó funcionando pero que al final no sirve de nada, puesto que todos los equipos lo usan en las mismas zonas del circuito y al final es prácticamente lo mismo que si no lo tuvieran.
Por otro lado se incluye la carrera de Singapur, carrera nocturna, muy vistosa, muy espectacular pero con un gasto energético enorme. A ver Bernie y compañía ¿No se buscaba conseguir una F1 más verde y ecológica? ¿En qué quedamos?, o se ahorra en todo o no se ahorra, pero ahorrar por un lado para despilfarrar por otro no tiene mucho sentido, y menos aún cuando se pretende ahorrar en algo que repercute directamente en el rendimiento de los coches, como son los test, y despilfarrar para hacer que parezca de día en el trazado nocturno.
Otro tema es el de la reducción de la cilindrada de los motores, de los famosos V10 pasamos a los V8, en la temporada 2006, y posteriormente a los cuestionados V6 en la temporada 2014. No estamos ni nombrando los increíbles V12, que daría para otro artículo completo, pero vemos que la tendencia ha sido ir reduciendo el número y capacidad de cilindros, aunque si se mantiene el rendimiento no debería ser algo preocupante de cara al espectáculo (Aunque siempre quedan puristas).
Hace ya varios años se eliminaron los repostajes, cargando los coches desde la salida para aguantar toda la carrera, se mantuvo como uno de los motivos la seguridad tras algún accidente en los repostajes, como cuando Massa se llevó la manguera puesta en Singapur precisamente, aunque es cierto que esta medida limitó también mucho la estrategia, puesto que no se jugaba con la carga de gasolina y los neumáticos. Hubo varias temporadas de intentos de ahorrar, con cambios de normativa, probando varias opciones, como el año que no se podía cambiar de neumáticos, que se acabó descartando viendo que claramente las paradas en boxes animan mucho la carrera. Posteriormente se introdujo el DRS, sinceramente, la mejor incorporación a la F1 en varios años, algo que si que facilita el adelantamiento de verdad. Pero el último paso que se ha hecho de limitar la cantidad de combustible a usar ha sido pasarse.
El último Gran Premio de Canadá ha dejado patente que estamos en una situación cuanto menos cuestionable. Una carrera en la que desde el principio se sabe que si no sale un coche de seguridad van a tener que ahorrar combustible para poder llegar al final de carrera con el peso necesario requerido en el control de la FIA. Es sencillamente de vergüenza, que lo que nos venden como cumbre del automovilismo, como la mejor competición, no hagan precisamente lo que se supone que deberían hacer, correr, ¿Cómo se come una carrera en la que no corren lo que pueden porque no tienen combustible? ¿Alguien entiende esto? Porque yo desde luego no lo entiendo, son carreras en las que no se corre porque sino se gasta mucho. Las carreras no son para ahorrar combustible, son para correr, se compite contra los demás y contra el crono, y para mí esta ha sido la puntilla de una debacle que viene desde hace tiempo. Hemos llegado a la antítesis de las carreras, el no correr más porque gastamos mucho.
La Formula 1 está ahorrando tanto, que por ahorrar están ahorrando espectáculo, y si siguen así van cuesta abajo y sin frenos, pero eso sí, sin gastar combustible, que es más ecológico. Mientras tanto otras competiciones suben como la espuma, como el WEC, que bajo mi punto de vista es actualmente el campeonato de referencia en cuestión de espectáculo, donde hay planteamientos de motor muy diferentes, y varias versiones de la energía híbrida. La Formula 1 debería aprender mucho del WEC. Nos vemos en las carreras, pero sin correr mucho, que gastáis más combustible de la cuenta.