Robert Kubica conseguía su primera y única victoria en la Fórmula Uno en el circuito de Montreal en el año 2008, trazado en el que un año antes, sufría un brutal accidente dejando el monoplaza totalmente destrozado.
Siete años atrás, un joven polaco de 23 años sellaba su nombre en esa larga lista de pilotos que habían logrado al menos una victoria en la Fórmula Uno y la lograba haciendo una carrera más que perfecta.
Hamilton salía desde la pole con el piloto de BMW-Sauber segundo, pero al inicio de carrera el británico se marchaba logrando una distancia considerable y Räikkönen décima a décima iba acercándose hacia Kubica hasta que el abandono de Sutil provocó una bandera amarilla y vueltas después la salida del coche de seguridad, aprovechando los que ocupaban las cinco primeras posiciones (Hamilton, Kubica, Räikkönen, Rosberg y Alonso) a hacer la primera parada. Una primera parada que fue un poco caótica ya que el finlandés y el polaco estuvieron esperan a que el semáforo del final de boxes se pusieran en verde, pero llegó el piloto de Mclaren y chocó con el piloto de Ferrari, provocando el abandono de ambos pilotos.
Cuando los dos se bajaron del coche, Kimi, enfadado, le recriminó señalando al semáforo, que estaba en luz roja, indicando que no se podía salir a pista.
Volviendo a la carrera, el polaco era el líder virtual de la carrera ya que algunos todavía no habían hecho su primera y única parada, tanto el piloto de BMW como el piloto español de Renault se estaban jugando la victoria y todo pasaba por adelantar al otro piloto de la escudería suiza, Nick Heidfeld. Kubica lo consiguió en la curva 1 y Alonso estuvo a punto de hacerlo también pero estaba un poco más lejos del piloto alemán, su «amigo», el que tantas pesadillas le hizo pasar tanto en 2007 como en 2008.
A pesar de la baja carga que presentó el R28 para el circuito de Canadá, le fue imposible al bicampeón adelantar al compañero del polaco y tras unas vueltas, el español tuvo que abandonar por un error en la salida de la curva 5 cogiendo la zona sucia y haciendo un trompo que le llevó a los muros.
El polaco necesitaba abrir una brecha de 23 segundos con su compañero de equipo para que no le adelantara cuando fuera a hacer la segunda y última parada, ya que el alemán no iba a volver a pasar por la calle de boxes para repostar o cambiar de neumáticos, bueno pues dicho y hecho, logró esa diferencia y consiguió salir por delante de Heidfeld.
Finalmente, el polaco lograba su primera y única victoria en la categoría reina del automovilismo, una victoria que le servía para ser en ese momento líder del mundial de pilotos, por lo que la hazaña valía por dos.
Años después, la Fórmula Uno perdía a un joven talento dentro de la pista, futuro campeón y a una persona que la gente le quería fuera de ella. Un accidente de rallyes en febrero del 2011 le impidió competir el mundial de dicho año y finalmente se decantó por continuar en la WRC, competición en la que todavía continúa.