Rosberg se hizo con la victoria en una carrera loca tras un estrepitoso error de Mercedes.
Nico Rosberg gana de nuevo en Mónaco | Benzinsider
El pasado 24 de Mayo se celebró el Gran Premio de Mónaco 2015, su 61ª edición oficial de F1, aunque han sido 73 ediciones en las que han corrido coches de Fórmula 1 por su trazado. En 1929 se empezó a correr con coches de Fórmula 1 aunque no era parte del campeonato oficial, y siguió siendo así hasta 1937. No fue hasta 1948 cuando se volvió a correr, tras la Segunda Guerra Mundial, pero tras esa edición volvieron a estar las calles del principado sin coches de Fórmula 1 hasta 1950, edición que ganaría el gran Fangio y primera edición dentro del actual Campeonato del Mundo de Formula 1. De nuevo otro año de sequía automovilística hasta 1952, donde esta vez ganó un Ferrari (curiosamente esta edición no estaba en el Campeonato del Mundo de Formula 1 de ese año), y de nuevo dos años más de espera, hasta 1955, esta vez sí incluído en el calendario del Campeonato del Mundo. Desde entonces, este circuito nunca ha faltado a su cita hasta hoy, convirtiéndose en uno de los circuitos más antiguos del calendario actual.
Tras este trocito de Historia, que ya ampliaré en otro artículo solo dedicado a la historia de este circuito, nos venimos a la época actual. El Gran Premio de Mónaco de 2015 nos ha dejado momentos muy buenos y otros no tanto. En este caso nos centraremos en la carrera del piloto alemán, Nico Rosberg. Nacido en Alemania, hijo de Keke Rosberg, piloto de F1 finés, y criado en Monaco, combinacion explosiva donde las haya, y si le sumamos que pilota un Mercedes ya tienes el detonante. Rosberg no es el primero de la familia que gana en las calles del principado, ya lo hizo su padre en la edición de 1983.
30 años después, en 2013, su hijo, Nico Rosberg salió desde la pole, y aunque fue una carrera loca, con dos graves accidentes y una bandera roja incluida, acabo alzándose con la victoria, seguido de Vettel y Webber, firmando así la primera vez en la historia de la Formula 1 que un piloto ganaba una carrera que había ganado anteriormente su padre. Es aquí donde empieza el idilio de Nico y el principado. Está en casa y se siente como tal, se conoce el circuito y se dice que los guardarrailes le saludan al pasar.
En 2014 volvió a salir desde la pole, en un fin de semana muy especial para él, en el que igualaría el número de podios y de victorias de su padre, sumando 5 victorias y 17 podios en aquel momento.
2015 sin embargo se presentaba de una forma diferente, su compañero y rival Lewis Hamilton empezó muy fuerte, dominando el FP1 y FP2, y consiguiendo una pole estratosférica dejando a Nico a 4 décimas en su propia casa.
El domingo nada parecía apuntar a un cambio de rumbo, Hamilton salió primero y tenía un ritmo muy muy fuerte, que le hizo abrir un hueco más que suficiente para rodar cómodo mientras su compañero de equipo se peleaba con su compatriota Vettel por el segundo puesto.
Todo aquello parecía indicar que sería una carrera apacible para el británico, pero estamos hablando de Mónaco, donde todo puede pasar, y así fue. Vuelta 64, Hamilton liderando y pensando ya en la vuelta 78, Verstappen se acercaba mucho a Grosjean, y en un movimiento un tanto extraño en la entrada de Santa Devota ambos monoplazas colisionaron, causando la salida del Safety. Fue un momento de locura. Hamilton llevaba neumáticos blandos, y a 15 segundos de distancia iba Rosberg. En el muro de Mercedes alguien tuvo la nefasta idea de que Hamilton parara, para poner superblandos y afrontar las últimas 14 vueltas con un neumático fresco para defenderse de Rosberg y Vettel que venían pisando fuerte, creyendo que esos 15 segundos de diferencia serían suficientes para salir delante.
Probablemente esa persona no se diera cuenta en ese momento de que el pitlane de Mónaco está limitado a 60 km/h, lejos de los 80 km/h habituales, y uniéndose a lo estrecho de este peculiar pitlane nos encontramos con una parada que se les haría eterna a los integrantes de Mercedes. Hamilton al salir de boxes se encontró con que su compañero de equipo y Vettel le habían adelantado, no se lo creía, tanto que preguntó por radio a su equipo que qué estaba pasando.
El equipo solo acertó a contestarle un «Estamos revisando el vídeo». Mientras tanto Rosberg se había alzado con el liderato a falta de 14 vueltas, situado tras el coche de seguridad y en la pista en la que es más difícil adelantar de todo el campeonato. Él tampoco se lo creería, pero de felicidad. De defenderse del tercer clasificado a liderar en tan solo un momento y todo gracias a un error de su equipo.
Tras relanzarse la carrera Hamilton intentó atacar a muerte a Vettel, pero Rosberg estaba en el modo «Hammer Time» de su compañero, abriendo un hueco que le daría la victoria. La tercera consecutiva en Mónaco, acercándose a las 6 victorias en el trazado monegasco que posee el gran Senna. Hamilton finalmente se dio por vencido diciendo por radio que era imposible adelantar, y se resignó a la tercera plaza.
Poco después podríamos escuchar a Rosberg por radio celebrando una victoria que se encontró, pero victoria al fin y al cabo que es lo que acaba sumando, apretando el campeonato de pilotos, y proclamándose como rey del trazado monegasco con tres victorias consecutivas, convirtiéndose en el piloto en activo con mas victorias en el principado, en su casa.
Ahora tiene puesto el punto de mira en Canadá, donde sin duda este fin de semana intentará hacerse con otra victoria para apretar aún más el campeonato.
Todos listos para el GP de Canadá.
