A veces parecen niños pequeños. Pero no es así, hay mucho en juego en cada temporada de Fórmula 1. Si bien en los últimos años Red Bull se quejaba de la normativa de motores y amenazó con salir de la categoría, ahora le toca a Ferrari poner en el tejado de Liberty Media su advertencia correspondiente.
En cuanto los organizadores han ido desvelando detalles de las futuras normativas los distintos fabricantes han ido expresando sus ideas al respecto. Y precisamente populares no han sido las novedades. En este caso las informaciones que se han conocido van orientadas a los motores a partir de la temporada del año 2021.
A Mercedes no le gustaron. A Renault no le gustaron. Y a Ferrari tampoco. Pero los italianos han ido más allá de simples críticas. Sergio Marchionne desde Nueva York ha dejado clara su postura:
«Liberty tiene varias ideas y algunas nos gustan. Por ejemplo reducir los costes, eso está bien. La que no nos convence es que el motor no sea un elemento que diferencie a los participantes, que no tenga su singularidad propia. Esto no lo toleraría. Si pasa y se toma un rumbo diferente tendríamos que tomar alguna decisión».
«No hay duda de que si no hay unas condiciones que permitan que confluyan en una situación en la que nuestra marca pueda fortalecer su posición única como Ferrari. En otro caso, no jugaremos. Además de nuestro lógico ahorro, nos permitiría alternativas diferentes a lo que hacemos».
«Estoy convencido de que en cuanto al impacto económico nos beneficiaría, la F1 es ADN de Ferrari desde sus orígenes, pero somos capaces de redefinirnos sin problema, en caso de que la F1 se vuelva irreconocible, no jugaremos más».
Aún así, Sergio Marchionne ha tenido palabras para la prudencia, y ha puesto algo de suavidad en sus palabras:
«Aún así, no voy a anticiparme. Iremos a la próxima reunión con la mejor de las actitudes, nos importa mucho. De todas estas decisiones dependen muchas implicaciones financieras importantes para nosotros».
No es la primera vez que un equipo amenaza con cerrar la puerta por fuera. Como comentábamos al principio, Red Bull hizo lo mismo no hace demasiado al contar con un motor que le dio mucha guerra al comienzo de la era híbrida. Y Ferrari lleva varios órdagos de este tipo. Incluso una vez llegó a tener un coche preparado para cambiar la Fórmula 1 por la CART americana, «Proyecto 637».
Los tira y afloja han estado siempre presentes. Bernie Ecclestone lo sabe bien, pese a que Mr. E ya sabemos que mueve las brasas de la barbacoa según donde ponga su comida. En 2008 y 2009 hubo amenazas similares y casi siempre con algo en común: el motor. Estamos aún en una etapa muy temprana para definir el reglamento, esto no deja de ser otra medida de presión más de un equipo que forma parte de la parrilla desde que la F1 es F1, y Ferrari es Ferrari porque está en esa parrilla. Veremos.