El GP de China regresó al calendario de la mejor manera posible. Primer fin de semana Sprint con el nuevo formato, primer piloto chino en correr en su país natal, y primera vez que un piloto gana la Sprint Race fuera de las tres primeras posiciones.
Además, las polémicas también han aparecido, con sanciones y criterios completamente dispares a lo que habíamos visto en las cuatro primeras carreras. Esta situación lo único que provoca es malestar entre los aficionados.
Con todo esto, las expectativas para la carrera se presentaban mucho más mesuradas que antes. Los equipos obtuvieron datos suficientes de degradación y rendimiento para establecer sus estrategias. El único factor que podría trastocar los planes, podría ser la lluvia, junto con el desgaste de la pintura del asfalto.
Con la parrilla definida después de una emocionante Clasificación, las cosas parecían prometedoras para el inicio del Gran Premio. Luego de la vuelta de formación, los 19 autos ocuparon su lugar en la parrilla. Logan Sargeant salió desde el pit lane.
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Se apagaron los semáforos. Max Verstappen salió disparado y cambió de línea para cubrir la posición de cualquier ataque de Sergio Pérez. Fernando Alonso aprovechó el tapón que le impidió al mexicano atacar con mejor cuerda para adelantarlo por fuera y luego por dentro.
Atrás, Lando Norris lo intentaba, pero también debía defenderse de su compañero de equipo. Los Ferrari tuvieron un mal inicio y perdieron dos posiciones de inmediato, mientras que George Russell aprovechaba para colocarse por delante.
Seis vueltas más tarde, Checo conseguía recuperar la segunda posición con un buen rebase por parte del mexicano. Sin embargo, el ritmo no resultó como todo el mundo esperaba. Para la vuelta nueve, Charles Leclerc aprovechaba la velocidad de su monoplaza para adelantar a Russell. La maniobra del monegasco por fuera en las curvas 1 y 2 levantó a todos los aficionados.
La degradación comenzó a hacer estragos temprano. Una situación que pareció no afectar tanto a los de Maranello, quienes mejoraban su ritmo vuelta tras vuelta. Todo lo contrario para Lewis Hamilton, que tuvo que entrar apenas en la vuelta 10 a cambiar gomas.
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Dos vueltas después, Alonso tuvo que entrar también para deshacerse de los blandos, seguido por Russell con problemas con sus neumáticos medios, y de Pierre Gasly, que no encontraba absolutamente nada de su Alpine.
Una de las sorpresas llegó en la vuelta 14, cuando Red Bull decidió hacer un “double stack”, llamando a sus dos pilotos. Impresionante labor del equipo, con paradas de 2.1 y 2 segs, respectivamente. Ambos salieron complicados en el tráfico, pero la peor parte se la llevó el mexicano.
Verstappen pudo dar cuenta de Oscar Piastri bastante pronto, pero Pérez seguía lejos de Sainz en P6. A pesar de haberse acercado relativamente pronto, el adelantamiento del mexicano al español no se dio en pista. El madrileño demostró una vez más su habilidad para defenderse.
Las estrategias comenzaron a tomar protagonismo, porque Norris, que se mantuvo adelante varias vueltas, pudo gestionar muy bien sus neumáticos. Una parada se veía cada vez mejor para el británico. Su carrera no era contra Max, por lo que no opuso resistencia alguna.
Todo cambió en la vuelta 22 cuando se desplegó el Virtual Safety Car gracias a Valtteri Bottas, que tuvo que detenerse en una escapatoria por problemas en su motor. Dos vueltas más tarde, Dirección de Carrera decidió que era momento de Safety Car.
La mayoría de los pilotos entraron a boxes, pero definitivamente el “timing” fue para los McLaren y Ferrari, no para Pérez.
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La resalida se realizó en la vuelta 27. Norris se quedó dormido ante la sorpresa de Verstappen. Checo y los Ferrari aprovecharon, aunque la batalla entre ellos complicaba las cosas para todos. Atrás, Alonso se las ingeniaba para atacar a su compatriota.
Pero un trompo de Yuki Tsunoda luego de un contacto con Kevin Magnussen provocó de nuevo un SC. Además, Daniel Ricciardo se llevó puesto a Lance Stroll, quien se tocó con Piastri. Daños en el piso del australiano. Daños en el auto de Stroll.
La siguiente resalida se llevó a cabo en la vuelta 32, ahora sí de forma limpia y sin inconvenientes. El ritmo de Verstappen era de otra liga, alejándose de inmediato de sus perseguidores. Pero las batallas entre ellos le dieron un toque a la reanudación de la carrera.
Así, nuevamente Sergio consiguió adelantar a Leclerc, a quien sorprendió en la curva 6 por dentro. La recuperación de Hamilton comenzaba a fraguarse, llegando a las posiciones de puntos, mientras que el otro Mercedes buscaba abrirse paso entre los Ferrari.
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La carrera se estabilizó mucho más de lo esperado, y sólo la llamada de Aston Martin al asturiano cambió un poco la monotonía. Le colocaron gomas medias para corregir el error de montarle blandas antes. Así, Alonso comenzó a superar rivales como si estuvieran parados, con todo y vuelta rápida.
Al final, Pérez no tuvo el ritmo de amenazar a Norris, y la carrera terminó con Max por delante de ellos dos. Guanyu Zhou tuvo una carrera complicada en casa, pero les regaló varias alegrías a sus compatriotas.
Un regreso del GP de China que ha dejado muchas cosas de las que hablar, pero también varias emociones en pista. Podemos estar satisfechos. La próxima cita es en dos semanas para el GP de Miami. ¿Veremos algo distinto? El tiempo lo dirá.
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