La normativa que existe en esta temporada respecto a las unidades de potencia no está siendo agradable para la gente que relacionada con la Fórmula Uno. Los últimos en criticarla los «Team Principal» de Red Bull y Mclaren.
Cada día que pasa tanto a jefes de equipo, antiguos pilotos como a los propios aficionados de este deporte le gusta menos la Fórmula Uno. Para algunos debería ser más agresiva, de ver a los pilotos conducir al límite, pero estas últimas semanas se trata de la reglamentación que existe sobre los motores, sobre todo desde aquella penalización que tuvieron Fernando Alonso y Jenson Button en el que tuvieron un total de 50 posiciones entre los dos. Al no poder cumplirla ninguno de los dos, el español no la pudo cumplir por el accidente con Kimi Raikkonen, pero estaba obligado a hacer un «Drive Through», mientras que el campeón del mundo del 2009 tuvo que realizar un «Stop and Go».
Martin Brundle señalaba en Sky que «es ridículo» la actual situación respecto a las reglas impuestas sobre dicho elemento fundamental que debe llevar un monoplaza de Fórmula Uno.
Christian Horner resalta que tanto su suministrador de motores como los de la escudería de Woking, no están en su mejor situación y más con el escaso número de motores impuesto por la FIA.
«Acordamos en Malasia obviar la regla de los cuatro motores, pero ahora es una masacre. No es una buena situación tener grandes constructores como Renault y Honda reprendidos publicamente, como están ahora mismo. Necesitamos dar una buena imagen».
El francés, está de parte del Horner, cree que la mejora del monoplaza debería ser libre, a parte de ser bueno para los equipos, para los fans también ya que verían un deporte más competitivo a la vez que igualado, ya que está siendo muy difícil de entender para los seguidores.
«Creo que estamos yendo demasiado lejos con la limitación de desarrollo y, consecuentemente, con el sistema de penalizaciones. Las carreras son competición y en todas las competiciones debes poder mejorarte a ti mismo para ser mejor. Creo que deberíamos tener un desarrollo libre, fin de la historia. Sin debate, sin penalizaciones que lo hagan más complicado, por nosotros y, sobre todo, por los aficionados».
Monisha Kalterborn, no piensa que deba haber desarrollo libre, pero si cree que se debería ayudar a aquellos equipos que están en problemas.
«Es algo serio, porque los aficionados no van a aceptar dos años más con este tipo de carreras».
El presidente de Ferrari, Sergio Marchionne, comenta que la Fórmula Uno debe mejorar para que las carreras vuelvan a ser más emocionantes y tampoco entiende el tema de las penalizaciones.
«Esta Fórmula 1 se ha convertido en algo parecido a la hechicería cuando deberían ser carreras. Nadie entiende nada si a los pilotos los retrasan 25 posiciones en la parrilla. Tenemos que ser más humildes, para intentar devolver el espectáculo al circuito».