Hace unas semanas, pude disfrutar de mi primera experiencia en el Gran Premio de España, en el circuito de Montmeló pudiendo ver uno de los dos deportes que más me apasionan en esta vida.
Sentía que los nervios me comían por dentro a la vez que notaba mariposas en el estómago de la alegría, ¡iba a ir a mi primer Gran Premio! algo que llevaba mucho tiempo esperando.
Iba a ver a Hamilton, Rosberg, Vettel, Kimi, Carlos Sainz, Roberto Merhi… y tantos más. Correr con mis propios ojos y no en una pantalla, pero había a alguien en especial que quería ver. Esa persona fue el principal motivo por el que empecé a seguir este Gran Circo, que me ha hecho vivir buenos y malos momentos, pero sólo me quedo con los primeros, que cada día notaba que le admiraba más y más, ese era él, Fernando Alonso.
Corrí como si no hubiera mañana para llegar al box de Mclaren, en especial al que llevaba el número 14, él no pasó por ahí pero tuve la oportunidad de sacarme foto con Button, con el sabelotodo (en el buen sentido de la palabra) de la Fórmula Uno como es Joan Villadelprat, pero la persona con la que más me alegró tener una foto, puede que por su forma tan especial y metafórica de escribir sus artículos, Manu Franco.
Después, tuve la oportunidad de tener de nuevo de frente a Fernando Alonso, Carlos Sainz, Roberto Merhi, Carmen Jordá y Federico Gastaldi, en un mini evento que hicieron en el fan forum para que los fans pudiéramos hacerles preguntas a los pilotos e ingeniero español y al final bajaban para que los aficionados se sacaran fotos, les firmaran gorras, banderas… yo me pude sentir bastante afortunado ya que conseguí una foto con Roberto Merhi y la firma de Fernando en la gorra de Ferrari del año pasado. Terminaba un día largo, pero a la par que intenso y emocionante.
Y el viernes ya comenzaba el fuego de verdad, el olor a goma, a gasolina, el ruido de los motores, el sonido de las pasadas de frenada… llegaban la primera y segunda sesión de entrenamientos libres. Al ser el primer día, pudimos verlos desde la tribuna principal y ver cómo los coches salían de la calle de boxes, pasaban por la recta principal pisando el acelerador a fondo apurando el punto de frenada de la primera curva. A pesar de ser un día laborable, la tribuna estaba bastante llena aprovechando que el viernes era el único día que se podía estar en dicha localidad para los aficionados que tuvieran entrada en otra zona del circuito.
El sábado se llenó más, al ser el día de la clasificación, el que aparte de las sesiones de Fórmula Uno, también se podía disfrutar de las categorías inferiores (GP2 y GP3) y la Porsche. Aunque Rosberg consiguiera su primera pole de la temporada, la mayoría de aficionados se quedaron decepcionados con 13ª posición de Fernando Alonso, que se hizo menos amarga con el 5º puesto de Carlos Sainz. Parecía interesante la batalla de los dos españoles, uno por cosechar los primeros puntos de la temporada y otro por intentar quedar en el «Top 5«.
Se venía poco a poco el plato fuerte del Gran Premio, la carrera. Las gradas a rebosar para presenciar del espectáculo de la categoría reina del automovilismo comenzando con el «Driver’s Parade» con lujosos coches antiguos. Entre las curvas 8, 9 y 10 conocida dicha zona como la «Moreneta«, donde se pararon los pilotos españoles a tirar gorras, donde también quedó la anécdota de que Alonso tiró la gorra de Carlos Sainz. En cuanto a la carrera, cada vez que pasaban los pilotos, cada fan de su respectivo piloto se levantaba para darle ese plus de potencia para que pueda adelantar al rival de delante.
Terminada la carrera, a los aficionados nos daban la oportunidad de estar en la recta principal para celebrar con Rosberg su victoria acercándose al muro que separa la zona de meta con los boxes de cada equipo. La gente aprovechaba para coger virutas de goma que dejaron los pilotos en la carrera y llevárselo como recuerdo de un nuevo Gran Premio que tocaba a su fin.
En aquel momento terminaban cuatro días, como decía al principio, largos a la par que intensos y emocionantes. Fue una bonita experiencia en la que conocí a mucha gente y el ambiente fue más que increíble, la falta de algunos datos que se conoce al verlos desde la televisión es un «hándicap» para los que lo disfrutan desde el circuito y te hace ir un poco perdido en esa faceta. De todos modos, es una experiencia recomendable, inolvidable y para repetir más de una vez si eres un apasionado de este deporte.
