La escudería italiana, que arrancó el campeonato de forma fulgurante, está viendo como la falta de evolución en su montura y los errores de pilotaje de Iannone y, sobre todo, de Dovizioso les están distanciando del podio carrera tras carrera.
Allá por el mes de marzo, unos días antes del inicio del campeonato, una moto brilló con luz propia bajo los focos del circuito de Losail. Ducati y su esperadísima GP15 hacían sus primeros kilómetros en los test previos al inicio del Mundial, y su bautizo no pudo ser mejor. Dominaron con puño de hierro y dejaron atrás tanto a Honda como a Yamaha, las cuales llevan años y años dominando la categoría.
Sin duda esa mejora de rendimiento de las motos rojas pilló desprevenido a más de uno. Honda y Márquez, quienes venían de arrasar en 2014, vieron como Ducati había hecho un mejor trabajo que ellos. Lo mismo se podía aplicar al Movistar Yamaha, cuyos pilotos criticaron duramente las ayudas técnicas de las que disponía la marca italiana, las cuales les daban una clara ventaja frente a las fábricas japonesas.
En el Paddock de MotoGP se planteaba una pregunta: ¿Podría Ducati terminar con el reinado de las marcas japonesas y reconquistar el trono que ya consiguieron con Stoner en 2007? Pues bien, llegados al ecuador del campeonato, podríamos decir que la respuesta a esta pregunta es un “no”, o al menos, un “no de momento”.
Mirando la clasificación general del campeonato, a día de hoy, Iannone es tercero con 118 puntos y Dovizioso es quinto, con 87. Analizando estos datos con perspectiva podríamos decir que sí, Ducati ha mejorado, pero no está cumpliendo con las expectativas que podrían esperarse de ellos viendo el buen trabajo que habían realizado durante el invierno.
El inicio de mundial fue bueno para ellos. En las 3 primeras carreras siempre hubo representación de un piloto Ducati en el podio, sobre todo en Qatar, donde Dovi fue segundo y Iannone fue tercero. Carreras más tarde, la sensación entre los aficionados y expertos del mundillo de MotoGP es que Ducati perdió dos grandes ocasiones para ganar este año. Qatar, donde Ducati había mostrado un excelente rendimiento en los tests, y Mugello, el jardín de su casa y donde han realizado más entrenamientos que nadie en la parrilla. En ambos casos vieron como tanto Rossi como Lorenzo, respectivamente, les privaban del triunfo.
Precisamente fue a partir de la cita italiana cuando el rendimiento de Ducati fue a menos. El excelente estado de forma de los pilotos Yamaha, el resurgir de Márquez y el retorno de Pedrosa tras su lesión devolvieron a la marca italiana a unas posiciones más realistas, luchando por la quinta posición tras los pilotos de Honda y de Yamaha.
Aparte de estos factores hay otros dos que podrían ser clave para diseccionar el bajón de rendimiento de la marca italiana. El primero podría ser la falta de evolución de la montura roja. La base conceptual de la GP15 es buena, muy buena, tal como demostraron Dovi y Iannone en las primeras carreras, pero la clave para ganar a los monstruos japoneses es mejorar constantemente, y ahí Ducati está pecando. Nadie puede criticar que Ducati está trabajando en esa dirección. De hecho, en Alemania, ambas motos equiparon una evolución en sus ya carismáticas aletas, aunque la mejoría no fue la esperada.
El segundo gran factor que podría explicar las dificultades de Ducati podríamos encontrarlo en los pilotos que llevan ambas motos. Andrea Dovizioso y Andrea Iannone son buenos pilotos, por supuesto que sí, pero no llegan al nivel de los denominados “cuatro fantásticos” de la categoría. No son pocos los que en el Paddock dicen aquello de “si alguno de los pilotos de Honda o Yamaha condujeran una Ducati ya habrían logrado alguna victoria”.
Además, dentro del box de Ducati, está teniendo lugar un relevo importante. Dovizioso, quien a principio de temporada partía como el número 1 del equipo debido a su gran experiencia en la categoría, está viendo como Iannone, que se estrenó en un equipo de fábrica, está siendo mejor que él carrera tras carrera. No es difícil, ya que Dovi, en las últimas carreras, está cosechando caída tras caída. Iannone está siendo regular, aunque la distancia con el podio cada vez es mayor.
En resumen, Ducati se va desvaneciendo. Su mejora es evidente, sí. Si miramos un año hacia atrás, casi nadie podía esperar que Ducati hubiera estado al nivel en el que se encuentra actualmente, pero si miramos unos meses atrás podemos decir justo lo contrario. La tendencia se ha invertido. Ahora es cuando los italianos deben remar todos juntos, desde los pilotos hasta los ingenieros, para volver a luchar por los podios regularmente y conseguir una buena base para aspirar a todo el año que viene, cuando todas las ayudas técnicas de las que disponen a día de hoy desaparecerán.