Inesperado, emocionante, impresionante. Estos y otros tantos sinónimos nos servirían para definir el Gran Premio de Silverstone.
Una carrera como hacía tiempo que no se veía, donde se han mezclado los factores necesarios para hacerla casi perfecta: Una salida inesperada, de las que quitan el hipo, con un safety car para rematar ese arranque imprevisto, fallos de estrategia que duelen, la lluvia amenazante en las últimas vueltas… Para finalizar con la victoria de Lewis Hamilton, Seguido por Nico Rosberg y Sebastian Vettel.
Contra todo pronóstico, Felipe Massa se alza como protagonista, consiguiendo ponerse primero en el arranque de la carrera. Su compañero de equipo intenta seguir su estela, sin llegar más que a una 3º posición. Pero la cosa no quedaba ahí, un primer safety car hace acto de presencia debido a un choque entre ambos Lotus y Button, que los deja fuera de combate, continuando con la odisea para los Mercedes, y en especial, para Hamilton. Éste último, en su búsqueda de la victoria, arriesga más de la cuenta y se ve sobrepasado por Valtteri, y casi, por su compañero de equipo. Y todo, ¿Para qué?
Para un fallo en la estrategia que supone caer al segundo y tercer puesto.
Pero por si esto era poco, entonces aparece la lluvia, intermitente al principio, inesperada. Lluvia, que les cuesta de nuevo perder la posición a ambos Williams, en este caso, con Rosberg, y más tarde con Vettel, de nuevo, por un fallo en la estrategia.
Las distintas estrategias, más o menos acertadas, y la pista mojada dieron lugar a que las posiciones finales fuesen:
Aún con este resultado casi predecible para los primeros, hoy los protagonistas no han sido los Mercedes, al menos no en todo momento. Este puesto se lo han ganado los Williams, y más concretamente, Felipe Massa. El brasileño, a pesar de no ser capaz de mantener el ritmo durante la carrera, hizo un trabajo excepcional consiguiendo colocarse primero. Bottas, quizás menos hábil en la salida, fue capaz de mantener mejor ritmo pero sin llegar a pasar a su compañero de equipo, manteniendo la esperanza de conseguir una victoria. Esperanza que se encargó de desvanecer su equipo, con dos fallos en la estrategia y que supuso terminar fuera del podio. Aquí queda reflejado cómo un motor superior, y dos pilotos en un buen día no son suficientes si la estrategia no acompaña. La estrategia, esa asignatura pendiente de la escudería Williams, la cual, un año después y de nuevo por pecar de conservadores, significa dejar escapar la victoria.
En Mercedes los nervios han hecho acto de presencia en ambos pilotos, impotentes al verse fuera de los dos primeros puestos. Sin embargo, la experiencia, la superioridad del motor, y la mente estratega del equipo, así como del inglés, fueron decisivas para forjar la victoria del mismo. Por su parte, el alemán se trabajó su segundo puesto, pasando en pista a ambos Williams y en condiciones un tanto contradictorias. Todo esto ha significado demostrar, de nuevo, la supremacía de la escudería alemana, la cual, a pesar de sufrir en la primera parte la carrera, se ha alzado con un nuevo doblete.
En Ferrari la sensación ha sido un tanto agridulce. Aun llegando al podio con uno de sus pilotos, la impresión que ha dejado el monoplaza ha sido deficitaria. Kimi hizo alarde de un gran pilotaje que parecía haber desaparecido, haciendo de ésta, una de sus mejores carreras de la temporada. Sin embargo, una mala estrategia le supuso perder la posición no sólo con su compañero de equipo, sino cayendo hasta el 8º lugar. Vettel, al igual que el año pasado, buscó la ayuda de otros con sus repetidas quejas al ver cómo Kvyat se salía en la curva 9. Finalmente, una buena decisión cuando empezaba a llover, le llevó al último escalón del podio. Estos resultados, que podrían parecer un aliciente, no tapan el hecho de que en todo momento los Ferrari estuvieron tras los Williams, demostrando un ritmo menor y quedando muy rezagados respecto a Mercedes.
Poco podemos decir de los Lotus, quienes en la primera curva quedaron fuera de combate por un choque entre ambos.
A diferencia de éstos, en Force India deben estar hoy de celebración. Nico Hulkenberg, de nuevo, impresionó con un coche muy inferior, colocándose por delante de ambos Ferrari en la salida, y terminando en un merecido 7º puesto, demostrando de qué pasta está hecho. De nuevo, el alemán nos hace plantearnos… ¿Qué sería capaz de hacer con un coche “puntero”?
Su compañero de equipo, pasando más desapercibido, consigue terminar en 9º posición, sin llegar a sacar todo el partido posible del motor mercedes.
“Una de cal y otra de arena” es el dicho que mejor se adecuá para definir la situación del equipo Red Bull en el día de hoy. Frente a un abandono de Ricciardo, Kvyat ha conseguido terminar 6º, por delante de ambos Force India, a pesar de la desventaja del motor. 6º posición que no sirve para tapar la mala fiabilidad que siguen teniendo, ni los déficits de una escudería que hace tan sólo dos años conseguía una victoria tras otra.
Qué decir queda de McLaren, quienes por una vez parecen no haber dejado mal sabor de boca. Tras el toque entre ambos pilotos, un tanto fuerte, Button quedó fuera de juego mientras que el coche de Fernando sólo tuvo daños en el alerón. Es destacable el hecho de que el coche fuese tan duro, y que no apareciesen más daños tras ese choque. Finalmente, y con una estrategia no muy acertada, el primer punto para el español llegó, y con él, datos recogidos durante una carrera entera con condiciones muy diversas. Datos muy necesarios para seguir construyendo el proyecto McLaren-Honda.
En contraposición, los Sauber parecen ir perdiendo fuerza en cada carrera. Si al principio de temporada parecía que podían llegar a destacar en algún momento, poco a poco esta percepción va desapareciendo. En primer lugar, Nasr se queda parado y sin oportunidad ni de empezar la carrera. En segundo, Ericsson sólo consigue terminar por delante de los Manor, siendo uno de los únicos 3 pilotos que, terminando la carrera, no consigue puntuar. Situación un tanto crítica para la escudería, que parece estar de capa caída.
Los Manor, a pesar de esas dos últimas posiciones, consiguen los dos mejores puestos de la temporada, destacando el español sobre su compañero de equipo, adelantándole en mojado.
Por último, y quizás más decepcionante, queda la escudería Toro Rosso. Esa escudería que tanto venía dando de qué hablar, con dos pilotos con mucho potencial que no han conseguido llegar a línea de meta. Verstappen, por su parte, cometió un fallo en las primeras vueltas que lo dejó sin ninguna opción de seguir en pista. Sainz, quién estaba dentro de los puntos, esperanzado ante la posibilidad de la lluvia, tuvo que retirarse al dejar de funcionar su monoplaza. De nuevo, la fiabilidad hace acto de presencia y es un motivo de frustración para el piloto madrileño.
De esta forma, Lewis consigue volver a sentir lo que es ganar en casa, con toda la afición arropándole, frente a la decepción de la escudería inglesa, Williams, quienes ni siquiera llegaron al podio a pesar de tener un monoplaza capaz de frenar a los Mercedes.