La FIA quiere reducir el coste máximo de motores, a los equipos clientes, a 11 millones de euros y a partir de 2017.
Tras la reunión del grupo estratégico el 1 de Julio, la Fórmula 1 está revolucionada. En dicha reunión, se tomaron decisiones para el futuro muy importantes y se trataron temas muy candentes, que incluso, tendrán bastante repercusión y discusión en el futuro.
Uno de ellos fue la voluntad de rebajar el precio máximo de los motores para los equipos clientes, a la cifra de 11 millones de euros. Todo esto viene por la delicada situación en la que se encuentran algunos equipos privados en este momento, situación que es muy cercana a, incluso, la ruina. Además, parte de la culpa viene, también, por la nueva reglamentación de motores que hay en vigor desde 2014, concretamente, el aumento de los costos provocados por el V6 Turbo y sus dos motores eléctricos, así como, la refrigeración, la capacidad para la gestión de módulos, la electrónica o la energía, que son mucho más complicadas de entender y tratar que antes, además de ser un gasto más.
Actualmente, el gasto para los equipos se encuentra entre los 17 y 22 millones de euros, mucho más de lo que se pagaba por los V8 (menos de 13 millones anuales) y esto es lo que se quiere erradicar. Sin embargo, existe bastante discrepancia en esto, ya que, equipos como Lotus, Sauber y Force India, si están a favor de esta rebaja, pero los suministradores oficiales, como Mercedes y Ferrari, no.
Por parte de Mercedes y Ferrari, sus declaraciones respecto al tema fueron las siguientes:
«Nos tomamos la petición de la FIA seriamente. El precio actual está calculado de acuerdo con nuestro modelo original de negocio. Si baja, tendríamos que afilar nuestros lápices de nuevo», declaró Toto Wolff, en representación de Mercedes.
Y en representación de Ferrari, el jefe de equipo, Maurizio Arrivabene, declaró que los equipos clientes no pueden pedir pagar menos de lo que a ellos les supone su fabricación y desarrollo.
Por último, y por parte de los equipos clientes, Monisha Kaltenborn (jefa de Sauber), contestó a las palabras de Wolff y Arrivabene diciendo lo siguiente:
«Los motores son el coste más decisivo. Queríamos llegar más allá y en lugar de eso, hemos ido en la dirección incorrecta. Nunca quisimos estos motores. Fueron los fabricante los que los querían, así que nos forzaron a tenerlos. Así que no nos pueden cobrar los gastos de desarrollo también. Es la promoción de su imagen, no la nuestra».
Pese a todo este cruce de declaraciones, la FIA ha acordado rebajar el precio en 11 millones de euros, y es algo que, guste o no guste a los equipos, entrará en vigor en 2017.