El piloto extremeño Santi Barragán dio hace unos días su versión de los hechos que obligaron a la ruptura con su contrato con el Team Grillini. La verdadera razón por la que ya no veremos al 51 en Sepang es debido a la falta de seguridad y el incumplimiento de las promesas.
«Antes de nada,me gustaría dar mi mas sentido pésame a familiares, amigos y al mundo del motociclismo por la pérdida de nuestros dos compañeros Dani Rivas y Bernat Martínez»
Así comenzaba el piloto de Almendralejo su comunicado de prensa, hecho directamente desde su perfil de facebook. Sin intermediarios ni nada, ha decidido dar su versión de lo sucedido esta temporada a la que decide poner punto y final, y para mí, la más válida y creíble,porque hay que tener en cuenta, que el que se juega la vida encima de una moto a 200km/h es él y no el Grillini.
[pullquote] en este deporte nos jugamos la vida [/pullquote]
«El principal motivo para dejar el mundial es la imposibilidad de competir, las condiciones con las que he corrido distan mucho de las que se propusieron antes de comenzar el proyecto» Santi justifica así su salida del equipo. Añade además que «en este deporte nos jugamos la vida, y desgraciadamente lo que ha ocurrido en Laguna Seca vuelve a recordárnoslo», haciendo referencia, una vez más, al accidente y al triste fallecimiento de sus compañeros Dani Rivas y Bernat Martínez. Y esque al piloto extremeño le sucedieron cosas parecidas. Su propio padre, y manager de Santi, lo narra en declaraciones a Hoy.es , donde cuenta que «mi hijo ha estado ante situaciones muy parecidas por fallos mecánicos graves que te dejan la moto parada o por mala gestión del equipo».
Según el piloto almendralejense, «Tras reflexionar sobre todo esto llego a la conclusión de que no tiene ningún sentido correr riesgos en esta situación, sin posibilidad de ser competitivo y peor aún pagando por correr». Ahí es cuando los aficionados lamentamos esta situación, pues ningún piloto debería arriesgar su vida, y además pagar por ello. Uno de los principales puntos de la falta de competitividad era el motor. El motor de su Kawasaki tenía 30 cv menos que el resto, lo que significaba 20 o 30 km/h menos, con la consiguiente imposibilidad de competir con alguien en rectas.
[pullquote] mi motivación sigue intacta [/pullquote]
Explica la supuesta falta de motivación así: «Creo que muy pocos pilotos por no decir ninguno tiene motivación para correr en estas condiciones a menos que se gane muy bien la vida con ello, y no es el caso». Con lo que desmiente a su exequipo,y afirma que «mi motivación sigue intacta para seguir siendo competitivo en cuanto vuelva a subirme a una moto que me lo permita».
Y a pesar de todo, afirma que seguirá entrenando y preparándose a tope para cualquier posibilidad que surja, cosa que me parece de una gran nobleza.
¿Mi reflexión sobre esto? Llevo 7 años siguiendo a este piloto, y jamás lo he visto rendirse. Ha estado en situaciones peores y ha seguido siendo peleón, por lo que la versión de Grillini y su particular «falta de motivación» no me cuadraban. Es un piloto que vale demasiado para jugarse la vida en una moto que además de no ser competitiva, es peligrosa, así que estoy de acuerdo con su versión de los hechos, y me lo creo. Pero repito, es mi opinión, y mi particular visión de lo sucedido.