Yasuhisa Arai, asegura que el objetivo de McLaren- Honda para el GP de Bélgica es alcanzar al motor Ferrari y poner la vista en el de Mercedes.
Se acabaron las vacaciones, y los equipos ya ponen su vista en el próximo GP de Bélgica, a disputar el próximo fin de semana en el circuito de Spa.
Habitualmente, Spa es un trazado, al que los equipos acostumbran a llevar mejoras y evoluciones, y tras escuchar las últimas palabra de Yasuhisa Arai, máximo responsable del área deportiva de Honda, parece que McLaren-Honda, afronta esta cita con claras expectativas de poder dar un gran salto de calidad, respecto al triste y decepcionante rendimiento ofrecido hasta el momento.
Según confirma el japonés en declaraciones a Autosport, de cara a Bélgica, se le revisará el motor interno de combustión, se aplicarán cambios a la cámara de combustión, en la entrada del aire, al diseño del escape y al sistema del tren de engranaje a la unidad de potencia del MP4-30, con lo que en palabras de Arai, esperan estar al nivel del segundo mejor equipos por ahora, Ferrari.
«Spa será la actualización final para esta temporada, pero habrá complementos para el siguiente Gran Premio. Una tercera unidad de recuperación cinética se introducirá en Spa y ya hemos empezado el desarrollo de la unidad de potencia de la próxima temporada. La cuarta unidad de recuperación cinética estará al mismo nivel que Mercedes, ese es el objetivo, la tercera estará a un nivel similar al de la de Ferrari, eso es lo que pretendemos. Es un gran paso».
El máximo responsable, comenta, que el motor Honda era mejor que el de Renault en el pasado GP de Hungría, a la vez que asegura que saben perfectamente cuales son los problemas de su motor.
«En el pasado GP de Hungría, nuestro motor era mucho mejor que el de Renault, pero a pesar de ello, el coche no tiene tanto agarre mecánico o aerodinámico, comparado con el Red Bull, por lo que aun existió un gran hueco. Hemos comprobado los datos de los GPs, el chasis y el paquete aerodinámico necesita tiempo y ajustes, por ejemplo, el ángulo del alerón, la altura de la carrocería y los ajustes en la suspensión. La poca fiabilidad del motor, hizo que se cambiaran muchas partes durante los test de invierno, así que hemos tenido que tomarnos los primeros entrenamientos libres de cada GP, como una especie de Test».
Para finalizar sus declaraciones, Arai se muestra muy optimista de cara al resto de temporada que queda, al haber resuelto gran parte de esos problemas que les afectaban.
«Desde el principio sabíamos que teníamos un problema con la refrigeración, así que tuvimos que reducir la potencia del motor. En España, actualizamos la unidad de potencia y casi hemos perfeccionado el rechazo de calor. Debido a lo compacto del paquete, el chasis es más reducido y todo lo que estaba dentro sufría por la poca refrigeración, cosa que hacía que tuviéramos problemas con la MGU-H y a la MGU-K. Finalmente, en Hungría no tuvimos esos problemas y conseguimos un buen paquete».