El piloto español explica su punto de vista tras lo ocurrido el pasado fin de semana.
La buena relación entre la pareja más joven de la parrilla parece no haberse resquebrajado. Lejos de las tensiones que podría haber provocado la situación vivida en el último Gran Premio, los pilotos se conocen mejor ahora, y eso, aparentemente, no ha influido negativamente entre ambos.
Tras la decisión de Max de desobedecer las órdenes de equipo, y la posterior defensa de Franz Tost, surgieron numerosas preguntas acerca de los posibles cambios en el seno de la escudería Toro Rosso.
Para intentar acabar con ellas, Carlos Sainz ha respondido alguna de las incógnitas que se venían arrastrando desde el pasado Domingo, para la cadena de televisión Movistar F1.
“Sé que si les doy la espalda no voy a ir a ninguna parte. Creo que me he comportado, pero cuando tenga que ser egoísta lo seré, sin embargo hasta ahora nunca he tenido la oportunidad de demostrarlo porque he confiado en ellos, y cada vez que me han llamado para un intercambio de posiciones, lo he hecho”, afirmaba, haciendo referencia a su obediencia con el equipo.
“Siempre hay que mostrar un poco de egoísmo si realmente eres un campeón, pero en mi propia opinión creo que lo mejor que puedes hacer es escuchar al equipo. Soy un jugador de equipo y creo que lo he demostrado desde el principio. Cada vez que me pidieron que hiciera algo, les dije que sí. Al fin y al cabo dependo de estos chicos: en Red Bull y en Toro Rosso, mi futuro depende de ellos”, resalta, siendo consciente de lo importante que es para él obedecer las órdenes de sus ingenieros.
Sin embargo, no es su obediencia lo que más preocupa a los medios de comunicación, si no lo que pasó tras la carrera, las conversaciones que mantuvieron ambos pilotos.
“No hablé con Max porque mi problema no era con él, era más entre el equipo y él. A 12 vueltas para el final, el equipo empezó a decirme que ahorrar mis neumáticos porque iba a tener oportunidad al final de carrera y entonces mantuve un segundo con Max para ahorrar mis gomas durante toda la carrera. Cuando restaban cinco vueltas, me dijeron que redujera el hueco, lo reduje, de repente vi que no venía el movimiento. Así fue realmente, no me dejó pasar. Fue su decisión y ya ha sido discutida”, declara.
Además, ahondó en las declaraciones que hizo tras la carrera anterior. ¿Cuáles fueron esos tres momentos en los que dejó pasar a su compañero de equipo?
“En el último stint de Malasia cuando Max me adelantó no fue un adelantamiento, le dejé pasar. Todo el mundo decía que fue un movimiento genial y cuando lo vi en las noticias me dije ‘por favor, le dejé pasar’. Luego en Mónaco, cuando estaba detrás de Seb y salía de la Rascasse, le dejé pasar porque estaba en gomas superblandas.”
Momento al que se refería Carlos Sainz:
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Pero ¿Se ha resentido realmente la relación entre ambos pilotos?
“Sé más sobre cómo es Max. Quizás le guste jugar a ser un niño malo un poco más pero sabía esto y ahora me lo ha demostrado. Voy a seguir creyendo en el equipo y confiando en ellos. Soy un jugador de equipo, me lo repito a mí mismo, pero esto no va a cambiar mi enfoque”, declara, en referencia a la percepción que tiene ahora de su compañero. Parece que ambos se van conociendo más entre ellos, sin que la situación haya empeorado.
Por último, y quizás lo más importante para evitar que se repitan situaciones como la de Singapur: “Creo que necesitamos ser más claros en los mensajes por radio. Hablamos sobre ello y con suerte, no pasará otra vez. Si somos más claros, entonces no pasará” concluye.
El escenario vivido hace tan sólo unos días podría clasificarse como crítico, y más teniendo en cuenta las consecuencias que podría haber acarreado. Sin embargo, el piloto español ha reaccionado con madurez y entereza, y el altercado no ha llegado a más. La relación entre pilotos e ingenieros es algo que se debe cuidar, y que puede provocar el triunfo o el fracaso de un equipo.
