La ÑBA lavó la mala imagen ofrecida ayer ante Italia, con una victoria sobre los islandeses por 73-99, tras un mal primer tiempo de los españoles que a punto estuvieron de tirar la clasificación por la borda.
Los problemas crónicos de espalda de Rudy, dejaron al jugador del Real Madrid en la bancada en un encuentro en el que los de Scariolo tuvieron más problemas de los inicialmente previstos, a pesar de la considerable diferencia de potencial entre ambas escuadras, con una Islandia inspirada en los 2 primeros cuartos que llegó a poner a España contra las cuerdas.
La infinita calidad de Pau Gasol y de su escudero en los Bulls y en el combinado nacional, Nikola Mirotic, sirvieron de apaga fuegos ante el intento furtivo de sorpresa de los islandeses. El aporte ofensivo de ambos mantuvo a España viva en un primer cuarto en el que los españoles terminaban imponiéndose por un ajustado 16-20 (14 puntos de Nikola, 4 de Pau Gasol y 2 de Llull); mientras que en el bando islandés Ermolinskij y Steffansson llevaban en volandas a sus compañeros.
En el segundo cuarto Islandia se envalentonó logrando en los primeros compases un demoledor parcial de 11-0, que les colocaba por delante en el electrónico del Mercedes-Benz Arena, ante la mirada de incredulidad de Sergio Scariolo, que no podía creerse lo que veían sus ojos, teniendo en cuenta el aviso lanzado en el día de ayer sobre los peligros del rival de hoy y la manera de frenar a un equipo que salvando las diferencias más que evidentes, se movía en la cancha de una manera similar a la de los italianos.
Ante la situación de alerta máxima volvía a surgir la figura del líder de la ÑBA, un Pau Gasol imparable y apoyado en el renovado acierto en el tiro exterior de un Chacho Rodríguez y un cada vez más entonado Pau Ribas, que con sendos triples cerraban el tanteo al filo del descanso en un 36-41, que permitía a los españoles afrontar el ecuador del encuentro con una tímida ventaja.
La charla de Scariolo en las entrañas del vestuario rojo entró como si de una pócima mágica se tratase en el interior de los jugadores españoles, que saltaron al parqué con la firme voluntad de llevarse el encuentro por la vía rápida, buscando noquear a su oponente desde el primer segundo del tercer cuarto.
El juego español seguía apoyándose en el poderío interior del dueto de los 2 representantes de los Bulls; si bien Ribas, el Chacho y Llull parecían decididos a unirse a la fiesta anotadora de la ÑBA, logrando un balance de 33-19 que cerraba el encuentro a falta de 10 minutos para el final con un tranquilizado 55-74 en el luminoso.
Los 10 últimos minutos fueron aprovechados por el seleccionador español, para dar algunos minutos a los menos habituales, metiendo en pista a Víctor Claver, Willy Hernángómez y Pablo Aguilar, cuya misión era la de dar un merecido descanso a sus compañeros, manteniendo la distancia con los islandeses que no cejaban en su empeño de reducir al máximo la cómoda ventaja de la Roja.
Finalmente el conjunto español terminaba imponiendo la lógica en el marcador, derrotando a Islandia por 73-99, en un partido que no termina de devolver la ilusión a una afición que no termina de ver claro el tener que jugarse el todo por el todo con la Alemania de Nowitzki en su propia casa, en un partido vital en el que España podría pasar incluso como segunda de grupo o tener que hacer las maletas para regresar a casa, el todo o nada en 40 minutos, en el Mercedes-Benz Arena de Berlin, mañana a partir de las 16:45 horas.