Hamilton consigue su tercer título mundial en una reñida batalla llena de adelantamientos y mucha emoción.
Dicen que tras la tormenta, llega la calma. En Austin se ha demostrado que no siempre es así. Tras suspender la Q3 unas horas antes por las lluvias, el sol amenazaba con aparecer durante la carrera. Pero el sol no era sinónimo de tranquilidad, y los resultados son la mejor prueba de ello: sólo 12 coches terminaron la carrera, salieron 3 safety car (más los virtuales), y un lloroso Hamilton conseguía ser tricampeón del mundo después de una carrera que ha dado muchas vueltas.
La salida fue más polémica de lo esperado. Hamilton salía con las miras puestas en su compañero de equipo, al que tocaba y sacaba de pista haciendo una primera curva demasiado abierta. El resultado fue que ambos Red Bull se colocasen 2º y 3º, convirtiéndose en protagonistas en las primeras vueltas de la carrera. Por las posiciones de detrás, Massa hace un trompo y golpea a Fernando, provocándole un pinchazo y dejando muchas piezas de fibra de carbono en la primera curva. Grosjean sufre también un pinchazo, ambos sauber chocan dejando el morro de Ericsson dañado, y se tardan 5 vueltas en sacar un Virtual Safety Car para retirar esas piezas tan peligrosas.
5 vueltas en las que Bottas y Nasr deciden poner neumáticos de seco, Kvyat se pone por delante de su compañero de equipo, convirtiéndose en una prolongación del inglés de Mercedes.
Mientras se mantiene el VSC, Bottas se retira, y en medio de ese mar de dudas se planteaba una carrera distinta a “las de siempre”. Kvyat afirmaba por radio que era más rápido que Hamilton, y que tenía posibilidades de ir a por él. La pista mojada era el escenario perfecto para que los Red Bull le pusiesen las cosas difíciles al inglés.
Sin embargo, al terminar el VSC es Rosberg el que se lanza como una bala, intentando enmendar su error, y se coloca segundo sin dejar que sus presas, ambos Red bull, pudiesen ni siquiera imaginar con defenderse. Kvyat, que no se resignaba con ese tercer puesto, se pasa buscando adelantar al alemán, y al volver a pista (de forma no muy segura), lo que ayuda a su compañero de equipo a pasar a Nico, que veía como se le escapaba cualquier opción del mundial.
Según se secaba la pista, la emoción aumentaba en prácticamente todas las posiciones. Verstappen pasa a Kimi, y mientras el finlandés se queja por radio de su adelantamiento, el madrileño de Toro Rosso aprovecha para dejar al Ferrari atrás. Pero el hombre de hielo no se iba a conformar, y le devolvió el adelantamiento a Carlos, que venía haciendo una carrera casi sobresaliente.
Mientras Raikkonnen y Max se tocan, Ricciardo pasa a Hamilton y consigue abrir un hueco que le ayuda a soñar con una victoria que no llegaría.
La batalla entre los Toro Rosso y los Ferrari se mantienen, con Sainz y Verstappen consiguiendo poner contra las cuerdas a Kimi y Sebastian relativamente, a la vez que Rosberg recupera sus opciones de ser campeón, adelantando a su compañero de equipo.
Las primeras paradas consiguen mantener a todos los espectadores alerta: Hamilton es el primero en entrar y poner neumáticos de seco entre los primeros, y la vuelta siguiente, le siguen Ricciardo, Rosberg y Kvyat. Estos tres salen a la vez que Hamilton, que aceleraba como un loco para ganarles una posición que finalmente pierde al pasarse de largo en la primera curva. Las ansias le pueden, era la hora del martillo, pues el inglés se veía incluso fuera del podio.
Las pasadas de frenadas de los cuatro primeros son repetidas, especialmente de los Mercedes. A pesar de esas pasadas, ambos consiguen adelantar a los Red Bull que los precedían casi a la vez. En medio de este caos en la lucha por el podio, Vettel llegaba a Kvyat, que rodaba cuarto en ese momento, frente a su compañero de equipo, que chocaba contra las barreras y optaba por retirarse poco después por problemas en los frenos. Ricciardo sufría en cada recta, viendo como según mejoraba la pista, el inglés de Mercedes se pegaba a su alerón trasero. Cuando por fin consiguió pasarle, sólo necesitó dos curvas para dejarle atrás.
Ericcsson se quedaba parado en pista, provocando un Safety Car que algunos pilotos aprovechan para cambiar ruedas. Un Safety Car que, a su marcha, provoca numerosas batallas: Rosberg consigue abrir hueco, ambos Red Bull atacándose con el alemán de Ferrari acechándolos en todo momento. Vettel y Ricciardo, ex compañeros de equipo, que arremeten el uno contra el otro, y cambian de posiciones en varias ocasiones. Pero la realidad se había vuelto a imponer, Daniel no tenía nada que hacer frente a Sebastian.
Y entonces empezó la odisea para el equipo austríaco. Verstappen hacía gala de un pilotaje impropio de un rookie, dejando atrás a Daniil y siguiendo la estela de Daniel. Hulkenberg se aprovechó de las manos del piloto de Toro Rosso, siguiendo su estela y ganando una posición.
En esa particular lucha, Max consigue adelantar al australiano, y Nico, intentando repetir la maniobra del primero, se toca con Ricciardo, dejando piezas de carbono por la pista. Como resultado, el alemán se retira, el australiano pierde la posición con su compañero de equipo, y una vuelta después se pone un nuevo Virtual Safety Car para recoger el Force india.
VSC que aprovechan Rosberg, Kvyat y Ricciardo para cambiar neumáticos. La situación en pista es irreal. Hamilton y Vettel se mantienen en pista y pretenden no volver a parar, Verstappen rueda 3º, los McLaren-Honda van 5º y 6º, y los Red Bull, que habían soñado con el podio, iban 10º y 11º a duras penas.
Kvyat estrella el monoplaza, y vuelve a salir el Safety Car. Hamilton, Vettel y Sainz entran a cambiar neumáticos, y la parte final de la carrera se presenta como un acontecimiento único.
Muchos son los coches que habían tenido que retirarse: Grosjean, Stevens, Ericsson, Raikkonnen, Hulkenberg. Entre ellos, se encontraban ambos Williams, quienes habían errado en la estrategia, y con Massa incapaz de hacerse con el control de su monoplaza.
Quedaban unas 10 vueltas cuando el coche de seguridad se va. Verstappen se defiende con uñas y dientes del Ferrari, que le pasa poco después sin problemas. Le siguen Carlos y Jenson, que protagonizan unos adelantamientos fantásticos a Maldonado. El madrileño, como un huracán, pasa también a Button, y a Ricciardo. El australiano no se conforma, intenta volver a su posición golpeándole, beneficiando al piloto de McLaren.
Cuando las primeras posiciones parecían volverse a estabilizar, Rosberg comete un error que le da el campeonato a su compañero de equipo. Aunque Vettel, tercero, lucha por mantener sus opciones al título, estas se terminan esfumando por completo.
El huracán madrileño sigue remontando posiciones, pasando de nuevo a Button y terminando en una 6º posición que se convirtió en 7º debido a una sanción por exceso de velocidad en el pit-lane. Su compatriota, por otra parte, veía como se le escapaba la última posición de puntos después de acumular un imprevisto tras otro.
Finalmente, las posiciones quedaban:
Posiciones, quizás, esperadas, en medio de una carrera llena de sobresaltos y constantes adelantamientos. La humedad inicial permitió a los Red Bull soñar, así como a la realidad difuminarse durante esta carrera. La pareja más joven de la parrilla ha conseguido dejar boquiabiertos a fans e ingenieros, protagonizando adelantamientos y una remontada inolvidable para los rookies. Inolvidable también para Hamilton, agresivo a la vez que paciente, que consigue así su tercer título mundial, dejando en evidencia a su compañero de equipo, quien perdió el mundial hace muchas carreras.
La sensación que deja el Gran Premio de Austin es común para casi todos los aficionados: Queremos más carreras así.