Los dos monoplazas tuvieron que retirarse, debido a un sobre calentamiento que en principio la había inutilizado.
La escudería con sede en Woking, se vio obligada a tener que retirar sus dos monoplazas antes de terminar la carrera y cuando Fernando Alonso rodaba en el sexto puesto, debido a un sobrecalentamiento excesivo, que en principio estaba muy por encima de los límites del diseño.
Según se pudo saber días más tarde, dicho sobrecalentamiento fue causado por suciedad que estaba en la pista y tapo la apertura del aire del radiador que enfriá el aceite de las cajas de cambio, lo que hizo que la temperatura subiera mucho.
Cuando el aceite de la caja de cambios comenzó a calentarse, el calor afectó los componentes de dentro de los sensores eléctricos, lo que hizo que los ingenieros estaban corriendo sin ninguna información, decidieran retirar primero el coche de Alonso y poco más tarde el de Button.
Debido a todo esto, se esperaba que ambas cajas de cambios, hubieran sufrido fuertes daños y hubieran quedado inutilizadas, pero por suerte para ellos, eso no ha sido así, y finalmente estas cajas de cambios, podrán volver a utilizarse de nuevo.
Así lo ha declarado Jonathan Neale, CEO interino de McLaren, que reconoce, que en gran parte, esto ha sido posible gracias al proveedor de combustible y lubricantes, ExxonMobil, los cuales y gracias a sus productos, el sobre calentamiento, apenas afecto a los componentes de dichas cajas:
«Cuando la caja de cambios se ve obligada a trabajar a esas temperaturas tan extremas, se empieza a ver una degradación en los componentes internos: los metales comienzan a ablandarse y los dientes de la caja de cambios se empiezan a agrietar para acabar rompiéndose. Además fallan las juntas y el carbono se degrada y pierde sus propiedades estructurales. Pero tras analizar las cajas de cambios, hemos descubierto que el revestimiento de ellas ha permanecido intacto, a pesar de experimentar temperaturas de hasta 45° más altas de lo que el diseño tenía previsto. Todo esto es una muestra increíble del trabajo de ExxonMobil y de su aceite para cajas de cambio que ha permitido que no sufrieran mayores problemas de funcionalidad.»
Neale reconoce, que la temperatura que alcanzo la caja de cambios, es la máxima alcanzada nunca por el equipo:
«El equipo de cajas de cambios revisó nuestra información histórica y las cubiertas soportaron la mayor temperatura que hayamos registrado nunca, y aún así funcionaron luego como si fueran nuevas. Realmente hicimos regresar de la muerte a estas cajas de cambios.»