El próximo jueves, los motoristas y la FIA debatirán en una reunión la posibilidad de modificar los motores durante la próxima temporada.
Una Fórmula 1 más igualada y con posibilidades de mejorar el motor a lo largo de 2016, o la congelación total de los motores una vez homologados. Es lo que se debatirá en una reunión protagonizada el próximo jueves por la FIA y los cuatro fabricantes de motores.
Este año, una laguna en el reglamento ha permitido el actual sistema de 32 ‘tokens’, mediante el cual se podían introducir algunas modificaciones en los motores a lo largo de esta temporada.
Sin embargo, para 2016 está previsto que una vez homologados los motores el día 28 de febrero, estos ya no se puedan alterar. En la reunión del próximo jueves se decidirá si esta medida sigue en pie o no, pero para descartarla será necesario un acuerdo de los cuatro motoristas.
La suspensión de esta medida beneficiaría sobre todo a Renault y Honda, cuyos motores son claramente inferiores. Además, Ferrari vería aumentada la posibilidad de conseguir fabricar un motor a la altura de Mercedes.
Los alemanes saben que un acuerdo mejoraría la competitividad entre coches y daría mayor espectáculo a la Fórmula 1. Sin embargo, también pondría en peligro su superioridad.
En el caso de llegar a un acuerdo en la reunión, debería decidirse, también de forma unánime, qué partes del motor podrían ser modificadas y cuales quedarían ‘bloqueadas’.
De los cuatro suministradores de motores depende, por lo tanto, que el 2016 transcurra de forma similar a este año o que los equipos puedan mejorar los motores una vez comenzada la temporada y reducir distancia entre ellos, favoreciendo la competitividad.