El monoplaza del asturiano rompió su motor, cuando se llevaban unos 30 minutos de los segundos entrenamientos libres
Otra más!!! y ya no sé cuantas van, perdí la cuenta hace tiempo la verdad. Siento ser tan duro, pero de verdad, nuevo ridículo en McLaren, y no es por lo de hoy, que al fin y al cabo tampoco es tan grave romper un motor en una sesión de entrenamientos libres, ocurre varias veces a lo largo de la temporada. Pero si lo es, viniendo de donde venimos y cuando carrera a carrera, nos vender la moto de una supuesta mejora en fiabilidad, que de verdad, yo no sé verla por ningún lado.
@F1
En esta ocasión, el «estropicio», ocurrió cuando se llevaban poco más de 30 minutos de los segundos entrenamientos libres del GP del Brasil, en los que el motor de combustión del MP4/30 del piloto español, dijo basta, y acabo envuelto en llamas.
Segundos antes, el español ya avisaba por radio al equipo que tenía una clara falta de potencia, y desde el muro le contestaban que redujera a menos del 50% el consumo de gasolina para intentar llegar al garaje, pero inmediatamente después el equipo le ordenó que parara el coche, para acabar saliendo llamas por el tubo de escape.
El asturiano, veía sentado desde una de las barreras de protección del circuito, cómo los comisarios arrastraban el monoplaza y se lo llevaban en una grúa. El español permaneció sentado fuera del coche más de dos minutos, hasta que el safety car llegó hasta su lado para llevarlo de regreso a los boxes, en lo que sin duda, será una de las imágenes de este GP.
Imagen: Clive Mason
Poco después, la misma McLaren, comunicaba que la avería se ha debido a una rotura del motor de combustión interna.
Alonso estaba usando hoy el propulsor que montó en el pasado Gran Premio de Estados Unidos, por lo que ahora tendrá que decidir si vuelve a un motor antiguo, el utilizado en México, o por el contrario, monta uno nuevo, lo que conllevaría una nueva penalización en la parrilla de salida.
En el supuesto que Alonso tuviera que montar una nueva unidad de potencia, esta sería la duodécima de este negro y nefasto 2015.
