La italiana es una de las cinco mujeres que han llegado a la máxima categoría, llegando a clasificarse para disputar tres carreras.
Tras el conocimiento hace un par de días de la muerte de uno de los fundadores de McLaren, Tyler Alexander, hoy y por desgracia tenemos de nuevo, luctuosas noticias, la muerte de, la primera mujer en participar en Una carrera de F1.
De Filippis fue la gran pionera del MotorSport para las mujeres. Napolitana de nacimiento, comenzó su vida deportiva como jinete, y no sería hasta los 22 años cuando comenzó a competir. En 1947 sus hermanos que le retaron a que no participaría en la carrera entre Salerno y Cava dei Tirreni y María no solo ganó la apuesta sino que les dio con el triunfo en las narices.
Maria Teresa de Filippis en una reciente imagen / maserati-alfieri
La gasolina entró en su sangre y ella en los circuitos italianos con las marcas Osca y Maserati y con un novio piloto de F1, Luigi Musso, que ayudó a convencer en 1958 a la legendaria marca italiana para que le confíasen un 250F, el mismo Maserati con el que Fangio había logrado su 5º campeonato un año antes. La ‘signorina F1’ intentó disputar cinco grandes premios, consiguió clasificarse en tres y acabó el GP de Bélgica de 1958 en 10ª posición. Ese mismo año, y durante el GP de Francia, la prohibieron competir porque el director de carrera opinaba que «el único casco que debería usar una mujer es el de la peluquería».
Su carácter y su valentía al volante muchas veces superaban sus capacidades reales, y Fangio le advirtió en diferentes ocasiones que tomaba demasiados riesgos.
Ese mismo 1958 su novio falleció pilotando un Ferrari en el GP de Francia. A María le acecha la duda sobre continuar o no.
Al año siguiente otro amigo piloto, el francés Jean Behra, la convence para correr en Mónaco con un Porsche RSK (F2), no consiguió clasificarse pero la bandera de la tragedia apareció de nuevo. En el circuito alemán de Avus, Behra salió despedido de su bólido y fue a chocar contra el mástil de una bandera. De Filippis no lo pudo superar y colgó el casco definitivamente.
Fue vicepresidenta del Club Internacional de Antiguos Pilotos F1 Grand Prix en 1997 y presidenta del Club de Maserati
