Las cabezas visibles del equipo italiano se muestran optimistas de cara al 2016
Que la temporada pasada significo el «renacimiento» de la scudería esta claro. La gran mejora que mostró su monoplaza, respecto a los años anteriores quedo clara y eso hace que tanto los aficionados, muchas voces importantes del gran circo, se ha llegado a postular en que Ferrari puede llegar a ser el gran rival en 2016.
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Todo esto, ha hecho que desde dentro mismo del equipo, se tenga una gran confianza en la temporada que esta próxima a empezar, y se están marcados grandes objetivos, incluso me atrevería, que vista la superioridad de Mercedes estos dos últimos años, quizás se está siendo un pelin demasiado optimista desde algunos sectores, y todo esto puede llegar a ser una gran decepción como el equipo no se encuentre a la altura. Creo que no hace falta recordar, por ejemplo lo que ha ocurrido esta pasada temporada con McLaren y todo el humo que se vendió el invierno pasado.
Ahora ha sido el turno del máximo dirigente de Ferrari, Sergio Marchionne, quien pone toda la carne en el asador, y asegura que el gran objetivo del equipo es llegar a la primera cita, siendo el gran objetivo a batir:
«2016 debería ser el año para volver a estar arriba. Nuestras inversiones para conseguirlo han sido importantes. Nuestra intención es presentarnos en Australia, como el equipo a batir. Sabemos que nuestros rivales son fuertes y seguro que mejoran, pero no les tenemos miedo ya que somos el equipo con más éxito en la historia de la Fórmula 1.»
Por su parte, Mauricio Arrivabene, director deportivo de Ferrari, dice que entiende y respeta los objetivos impuestos por Marchionne, aunque se muestra un poco más cauto:
«Hasta que no llevemos el coche a la pista y veamos su rendimiento, no podremos entender en qué posición estamos en relación al resto de rivales, y si tenemos razones para ser optimistas. Pero Marchionne es el presidente y es lógico que marque los objetivos. Mi trabajo es intentar alcanzarlos y no tengo problema con eso.»
