Esta medida les permitirá evitar la entrada de un motor independiente, y que los motores V6 turbo continúen hasta 2020.
Los fabricantes de motores han alcanzado un acuerdo: se reducirá el precio de los motores a un máximo de 12 millones de euros. Además, se harán reglas que aseguren que ningún equipo correrá el riesgo de quedarse sin motor en el futuro, evitándose así situaciones de incertidumbre similares a la sufrida por el equipo Red Bull. Esto es lo que asegura el portal Motorsport, aunque no se espera ninguna confirmación oficial por el momento.
Dicho acuerdo se ha alcanzado en la reunión en Ginebra entre el Grupo de Estrategia y la Comisión de la Fórmula 1. Con esta medida, los fabricantes de motores evitarán la entrada de un motor independiente y asegurarán la permanencia de los motores V6 turbo en la categoría hasta, al menos, el año 2020.
Esta reducción de costes se logrará mediante varias medidas, que se cree que involucrarán a más partes de los monoplazas. También se espera que los costes se reduzcan limitando el uso de las cajas de cambio, y reduciendo el uso de los motores en el futuro a tan solo tres unidades.
Estas medidas entrarán en vigor en 2018, una vez que las regulaciones sean finalizadas por los equipos y el Consejo Mundial de Automovilismo de la FIA.