El Rayo Vallecano y el Sevilla empataron a dos en un partido vibrante y emocionante que pudo acabar con la victoria sevillista por goleada. Paco Jémez reaccionó, y logró que su equipo rescatara un punto. Marcaron N’Zonzi e Iborra, y empataron Manucho y Miku.
El Sevilla sigue sin ganar fuera de casa en La Liga 15-16 tras una reacción de héroe del Rayo Vallecano, o mejor dicho de Paco Jémez. Los pupilos de Emery dominaron el comienzo del partido y pudieron infligir una goleada al equipo local, pero lo vieron hecho demasiado rápido y la relajación se tradujo en el justo empate a dos final.
Era una mañana bonita en Vallecas, de esas que tanto gustan al hincha franjirrojo por sus recuerdos agridulces de cuando la entidad deambulaba por 2ªB. El Sevilla bajó al aficionado rápidamente de la nube en la que estaba instalada el equipo, pues a los 20 minutos el conjunto hispalense ya había golpeado dos veces con suma facilidad. El juego por bandas y la superioridad en el centro del campo permitieron a N’Zonzi e Iborra marcar casi a placer. El Rayo estaba totalmente fuera del partido, con jugadores como Trashorras o Baena perdiendo balones continuamente, y con seguros como Diego Llorente y Zé Castro totalmente desubicados.
El Sevilla perdonó el 0-3 en un par de ocasiones, y Paco Jémez no dudó ni un segundo en hacer cambios. Primero fue Adri Embarba el que entró por Raúl Baena, y siete minutos después, en el minuto 35, era Manucho el que sustituía a Nacho. Dos cambios ofensivos que demuestran, una vez más, la valentía de Jémez. El equipo mejoró, Trashorras comenzó a entonarse en el juego, Jozabed retrasó su posición, y el Rayo logró empatar antes del descanso precisamente con los dos hombres que acababan de entrar: centro de Embarba y gol del delantero angoleño. El fútbol daba la razón a Jémez, que veía como la afición se iba al descanso soñando con la igualada.
En la segunda parte, el Sevilla trató de enmendar su error de no haber aprovechado la ventaja que tenía noqueado al Rayo. Sin embargo, fue Miku, por quinta jornada consecutiva, quien iba a marcar en el minuto 62 para poner el 2-2 en el marcador. A partir de aquí, ambos equipos pudieron llevarse la victoria. Emery decidió dar entrada a Konoplyanka, Carriço y Banega.
El argentino había sido reservado por el técnico vasco ya que tenía cuatro tarjetas amarillas y quería reservarlo para el partido de la próxima semana frente al Barça. Unai pensó que podría ganar al Rayo sin el argentino, pero finalmente tuvo que salir, no resolvió el partido, vio una amarilla y no jugará contra el Barça.
En los últimos minutos, Bebé tuvo una ocasión clarísima para dejar los tres puntos en la Avenida de la Albufera. El cansancio hizo mella en los jugadores del Rayo, que acabaron casi con diez por la lesión de Jozabed. También salió lesionado Vitolo de un partido que finalizó en tablas.
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