Los sistemas estructurales de protección del piloto vuelven a estar de moda en la categoría reina del automovilismo, tras su reciente prueba a cargo del equipo Ferrari en los test de pretemporada que se disputan en Montmelo.
Tras la gravedad de los accidentes ocurridos en los últimos años, en los que el factor determinante fue la desprotección de la cabeza del conductor, salió de nuevo a debate la necesidad o no de colocar este tipo de sistemas de proteccción.
De las dos vertientes de propuestas al respecto se pueden analizar diferentes pros y contras que hacen realmente dudar de si su implantación en el año 2017 es o no apropiada.
La propuesta de la introducción del HALO es una idea que no compromete la integridad de la filosofía del diseño de los monoplazas, pués solo requiere de un sistema que permita el pivotamiento de la estructura de tal forma que se facilite la entrada y salida del piloto al monoplaza. Esto implica que el sistema sigue siendo seguro en caso, por ejemplo, de incendio en el habitaculo, de donde el piloto podría salir sin ver demasiado comprometido el tiempo de salida del vehículo. El problema principal es el que la integridad estructural que
requiere el sistema es muy elevada y por tanto han de invertirse muchos recursos para que este sistema funcione correctamente en caso de impactos de muy distinta naturaleza, ya sean impactos con filos cortantes (como en el caso del incidente de María de Villota en los test del equipo Marussia; con grandes superficies como en el impacto de Jules Bianchi contra la grúa en el gran premio de Japón; y al mismo tiempo contra vuelcos o incluso objetos volantes (como el muelle que impacto sobre el casco de Felipe Massa hace ya unos años).
Estas necesidades de diseño tan diferentes hacen que no pueda realmente obtenerse un «Halo» de un tamaño aceptable que no entorpezca la visión del piloto ni resulte incómodo para este.
La propuesta del sistema de cúpula, similar al que montan algunas aeronaves como los cazas, tiene la ventaja de que cubre totalmente al piloto ante cualquiera de los tipos de impacto previamente mencionados, sin embargo tiene consecuencias negativas muy grandes. Sin ir más lejos, en caso de incendio en el copckit, el tiempo de salida del piloto se ve comprometido, poniendo al mismo en peligro, al igual que en caso de vuelco donde la extracción segura del piloto en caso de daño físico se complica sustancialmente.
Además este sistema implica un cambio radical del concepto del monoplaza, pues exige de un sistema que permita aguantar impactos de enorme magnitud al mismo tiempo que sustenta apropiadamente la cúpula y permite que se pueda subir y bajar del monoplaza.
La anchura necesaria y la forma que presentan estas lleva asociado un cambio total en el concepto de la trasera del monoplaza, así como del airbox y de la cubierta motor, que sufririan un cambio drástico y comprometerían el comportamiento del automovil en la pista