La idea es que este diseño no afecte tanto a la visibilidad como el probado por el equipo Ferrari. Claire Williams se muestra a favor de este sistema de protección.
Tras el polémico ‘halo’ probado en los test de pretemporada por el equipo Ferrari, el pasado martes salió a la luz el diseño de Red Bull gracias al portal Motorsport.com.
Este nuevo diseño en forma de cúpula ha recibido más halagos que el ‘halo’ anterior, ya que parece no afectar tanto a la visibilidad del piloto, aunque aún no ha sido probado en pista.
Christian Horner ya había hablado con anterioridad de este diseño: “Se trata de un dosel abierto por arriba. Es como un parabrisas, pero más grande. Es más elegante y espero que ofrezca una mayor visibilidad. Veremos que piensa la FIA de ello”.
Sobre esta ‘cúpula’ ya se han pronunciado representantes de algunos equipos, como Claire Williams. La directora adjunta del equipo Williams afirma que este diseño, parecido al de un avión de combate, es su preferido. “Me gusta el concepto de avión de combate de Red Bull. Si queremos avanzar hacia unos coches que tengan un aspecto futurista, hay que poner en ellos un diseño como el de un avión de combate. Creo que es emocionante. Pero ahora tenemos que tener en cuenta el agua, la condensación y cosas de ese tipo, así que aún hay que trabajar en ello”, ha asegurado.
Sin embargo, Christian Horner no se muestra muy convencido con la idea de un ‘cockpit’ cerrado, y menos aún con el diseño que probó el equipo Ferrari: “Personalmente, no me gusta. Entiendo que la seguridad del piloto es muy importante, pero yo creo que soy un poco más ‘purista’ con la cabina abierta, que ha estado así durante 60 años, aunque hay peligro asociado a ello. Por supuesto que tenemos que hacer todo lo posible para minimizar los daños, pero la protección que se está buscando, el concepto de ‘halo’, no habría ayudado a Felipe Massa y por desgracia no habría ayudado a Jules Bianchi”.
Horner ha confirmado que esta nueva medida de seguridad se probará a finales del mes de abril en una exhibición.
La decisión final sobre qué modelo se implantará en 2017 dependerá de la FIA, que las analizará e implantará la que mayor seguridad ofrezca a los pilotos.