Hace tiempo que la F1 está perdiendo fans a un ritmo alarmante, lo cual nos lleva a la siguiente pregunta: ¿es este el espectáculo que quieren los fans?
Recientemente se acaba de aprobar la normativa técnica para 2017, que pretende hacer los coches más rápidos, agresivos y grandes. Una buena noticia para el gran circo de la Fórmula 1 sin duda.
Es evidente que la entrada de los motores turbo V6 no agradó a prácticamente nadie en la amplia audiencia del deporte rey del automovilismo. Con un sonido horrible (que se ha ido mejorando), coches más lentos y la gran dependencia del motor para ser competitivos. En estos 3 años de motores turbo hemos visto el total dominio de Mercedes y de su Unidad de Potencia. Dos mundiales sin más lucha por el título que entre los dos compañeros de equipo y logrando en torno al 85-90% de vctorias y poles la escudería alemana con sede en Brackley.
A pesar del esfuerzo de otras marcas como Red Bull, Ferrari, Williams la distancia no hace más que aumentar. Si el año pasado veíamos a los Ferrari pisándole los talones a Mercedes (3 victorias de por medio), sólo batieron a los de la estrella en carreras con circunstancias extrañas y por fallos mecánicos de las balas plateadas. Ni el Motor Ferrari, el Renault y más recientemente el Honda, han sido capaces de igualar la excelencia del motor alemán, más potente y fiable. Esta superioridad ha hecho que veamos pilotos de nivel medio-bajo sobrepasando a pilotos con títulos mundiales únicamente por la mayor potencia de su motor.
Aunque este año parecía ser el definitivo para que alguien cazara al equipo dirigido por Toto Wolff y Ferrari pudiera competir de verdad por el mundial hemos dado un paso atrás. La gran complejidad de los motores turbo ha perjudicado en el inicio de temporada a los de Maranello, que han tenido problemas con el turbo por fallos de diseño que han provocado ya dos abandonos, (uno de Kimi y otro de Vettel), y que la distancia en tiempo sea mayor que el año pasado.
Los Red Bull parecen haberse puesto las pilas, y parecen el segundo coche de la parrilla. Con un chasis incluso mejor que los campeones, que les permite luchar con Hamilton y Rosberg a pesar de su deficiente motor Renault. Pero a pesar de todo, lo más probable es que volvamos a ver carreras dominadas de principio a fin por Mercedes W07-Hybrid, con un Rosberg en estado de gracia y un Lewis que realzará el vuelo.
El invento de la FIA y el grupo de estrategia para mejorar el espectáculo, era el formato eliminatorio de clasificación, y ya sabemos donde acabó… Esta idea «revolucionaria» en el gran circo pretendía aumentar la acción en pista durante las qualis y la emoción mediante un sistema que obligaría a todos los pilotos a estar atentos y reaccionar a cada cosa que pasara. La idea no es mala del todo, si hubiera un nivel parecido entre monoplazas, pero eso en la F1 actual no existe.
La nueva normativa no hizo sino disminuir todavía más el espectáculo en pista y favorecer todavía más a los grandes. En las dos carreras que estuvo en vigor (GP de Australia y Bahrain) lo que más vimos fue pilotos en boxes sin opciones de salir a mejorar cronos porque no les daba tiempo, y un dominio aplastante de Mercedes con poles hechas antes de 2-3 minutos de la bandera a cuadros.
Pero no todo lo que ha hecho la FIA y su grupo de estrategia está mal. La otra gran novedad de la temporada 2016 es la posibilidad de elegir el número de neumáticos de las 3 especificaciones que otorga Pirelli, aunque todos tendrán el mismo número total de neumáticos (13). Las opciones estratégicas se han incrementado exponencialmente. Gracias a la gran variabilidad estratégica que proporciona la normativa estamos disfrutando en cada carrera de un mayor número de adelantamientos en pista, como consecuencia de los distintos compuestos y la diferencia de degradación, más determinante incluso que el DRS. Las dos primeras carreras en Melbourne y Sakhir se decidieron gracias a esta circunstancia, una gran estrategia de Mercedes que arriesgó y se llevó esas victorias por encima de unos Ferrari con estrategias conservadoras.
La normativa técnica aprobada hace pocos días nos dará coches más grandes, más agresivos y con ruedas más grandes. La intención es que estos nuevos monoplazas sean en torno a 1,5 segundos más rápidos que los actuales, si es así todos lo agradeceremos. Aunque hay algo que todavía escama a algunos pilotos, ¿cómo se puede hacer más rápido un coche aumentando tanto su peso? Hay pilotos que echan de menos esa potencia y agilidad de los coches de los V8, V10 y V12 de años atrás, y con la nueva normativa técnica parece que volveremos a ver coches grandes, bonitos y potentes, que se hagan difíciles de conducir para los pilotos y les suponga un reto. Esta revolución también busca ocasionar un cambio en el panorama de la Fórmula 1 y volver a igualar la máxima categoría del deporte rey del automovilismo, para hacerla mas interesante. Ya que la audiencia está cayendo en picado en los últimos años ante la falta de igualdad debida al dominio primero de Red Bull (2010-2013) y ahora Mercedes en los últimos 2 años y el tercero que parece será este.
Pero después de ver esto nos encontramos de que hay planes como volver a reducir el número de motores por temporada a 3. No hay dudas de que esto no contribuye en nada al espectáculo, pues como llevamos viendo los últimos 2 años, con el fin de ahorrar cada Km los monoplazas limitan al máximo sus salidas a pista tanto en libres como en qualy e incluso en carrera. A lo que hay que añadir los 100kg de combustible que deben llevar por carrera y que hace que los pilotos que centren casi más a reducir el gasto de combustible para llegar al final que a luchar con sus rivales.
Yo como mucha gente no entiendo lo que están haciendo la Fórmula 1 y la FIA. Dan por un lado y recortan por otro, pretenden vender cada vez la Fórmula 1 más cara cuando cada vez hay menos competitividad y espectáculo. El cambio a los motores V6 pretendía igualar la F1 dominada tan ampliamente por Red Bull, además de disminuir gastos e innovar en tecnología. Pero todo ese desarrollo tecnológico no ha revertido en espectáculo y esa innovación a la afición que va a los circuitos o lo ve por la tv no le interesa (salvo en casos muy contados). Tampoco entendemos el hecho de cambiar algo que funcionaba bien y no era el mayor problema, como es la Clasificación. Pero los pasos que se están dando llenan de esperanzas a los fans de la F1, que veían como su amado deporte empezaba a caer en el declive. Esperemos que ese cambio en el reglamento técnico nos traiga más espectáculo e igualdad, que al final es lo que vende, y podamos volver a esos tiempos de máxima competitividad y adelantamientos al pie de lo imposible, porque sino le espera un futuro incierto a este gran deporte, que vive en un mar revuelto de continuos cambios de reglamento y sin un rumbo fijo.