Otra vuelta para el recuerdo otorga la primera posición en parrilla para Hamilton, seguido de Rosberg, Vettel y Räikkönen. Sainz quedó undécimo en una nueva clasificación decepcionante respecto a espectáculo.
En una noche en Bahrein en la que todo el mundo ha vuelto a sacar su lado más crítico contra el nuevo sistema de clasificación, Hamilton volvió a brillar. El inglés desenfundó de nuevo el «HAMmer Time» para marcar un tiempo de 1:29.493, batiendo así el récord absoluto del circuito.
Sin embargo, no todo ha sido atractivo y memorable en la sesión de hoy, el nuevo sistema de calificación volvió a fallar. En la Q1 muchos pilotos volvieron a caer eliminados mientras se encontraban en «boxes», con una incertidumbre tremenda y sin la oportunidad de defenderse. Como fue el caso de Pérez, el mexicano quedó eliminado y en 18 posición, mientras que su compañero, Hülkenberg, quedó 8. Lo más relevante de esta sesión fue la excelente actuación de Wehrlein, que clasificó a su Manor en 16 posición.
En la Q2 aparecieron las mayores carencias del sistema. Con los equipos menores ya sin juegos competitivos, los pilotos apenas pudieron rodar. Tal fue la inactividad de la sesión que a falta de 7 minutos, aún por disputarse, ya no quedaba ni un piloto activo en pista mejorando su tiempo. Sainz fue eliminado en esos minutos, conquistando la undécima posición. La sorpresa la marcó Vandoorne, que en su primera clasificación en F1 consiguió colocar a su McLaren en duodécima posición y ganarle a su compañero de equipo, Button.
Ya en la Q3, la situación prometía bastante. Con los Mercedes y los Ferrari tan cerca parecía que viviríamos un espectáculo igualado, pero no fue así. Una vez pasó el tiempo del «KnockOut» y fueron borrándose los pilotos más débiles (muchos estando ya fuera de sus coches), los cuatro pilotos restantes se batieron en duelo por la «Pole». Rosberg partía con más confianza que nadie, ya que en el primer intento fue el más rápido. Räikkönen fue el primero en intentarlo sin éxito y justo después le siguió Vettel, que apenas mejoró unas centésimas. Entonces apareció Hamilton, que dispuesto a resarcirse de su anterior error, destrozó el cronometro con la vuelta perfecta. Rosberg terminó justo después tras realizar una vuelta competitiva pero inferior, por poco, a la de Hamilton.
Mercedes volvió a sacar a relucir sus mejores armas: Su «as» bajo la manga y el «HAMmer Time» de Hamilton. Ante estas ofensas Ferrari no pudo quedar más cerca de ellos que a 4 décimas, por lo que habrá que esperar a la carrera y confiar en el ritmo en tandas largas de Ferrari para que mañana podamos presenciar una lucha histórica entre ambos equipos.
El formato de clasificación volvió a decepcionar a los espectadores en lo que, esperemos, sea su última utilización.
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