Ferrari busca la forma de aprovecharlas
Ya en 2015 Pirelli se posicionó respecto a la forma de gestionar los neumáticos de algunos equipos, que adaptaban las presiones de las ruedas a su monoplaza y a los reglajes deseados. Se establecieron presiones mínimas, medidas desde la parrilla de salida. Sin embargo, esta regla supone que los equipos noten una pérdida importante de agarre con las presiones exigidas por la casa italiana, muy altas en comparación de las que se considerarían ideales, por ejemplo en Barcelona Pirelli exigía 19.5 psi, frente a los 17 psi que los equipos hubieran deseado.
Existen sospechas acerca de que algunos equipos consiguen aprovechar esta circunstancia, haciendo que la medida en parrilla de salida esté acorde con lo solicitado por Pirelli y la Fia, pero que esta presión baje sutilmente hasta el punto deseado instantes después.
Es un tema de importancia, y es que hasta McLaren solicitó hace unas semanas una aclaración al respecto, preguntando por un sistema de doble cámara en el neumático, con el fin de conseguir la presión de neumáticos óptima para un rendimiento superior. La Fia dictaminó que esta idea es, a todas luces, ilegal. Hay un «run run» persistente, y es que se ha podido observar un empeño en calentar los frenos de forma intensiva por parte del equipo Mercedes en más de una ocasión, dando lugar a pensar que se aumenta la presión de cara a la medición y que de algún modo consiguen enfriar los neumáticos para llegar a las presiones ideales.
Según parece, fuentes cercanas a Ferrari, tienen argumentos para pensar que tanto Mercedes como Red Bull han conseguido utilizar las presiones una forma inteligente, mucho mejor de lo que ellos lo están haciendo. Se achaca a esta razón la bajada de rendimiento en clasificación en España, por lo que se está trabajando desde estos pasados tests en Barcelona en encontrar lo que otros equipos ya están aprovechando.
El problema de este aprovechamiento por parte de algunos frente a otros es, una vez más, las enormes diferencias de rendimiento entre diferentes coches, que no beneficia en absoluto al espectáculo y que, aunque se igualasen las Unidades de Potencia, seguiría estableciendo una brecha de varias décimas entre pilotos de diferentes equipos.
La parte difícil de evitar dichas prácticas de aumentos y reducciones de presiones para «saltar» los controles radica en que no hay un estándar a la hora de medir las presiones de los neumáticos y, hasta ahora, la única prueba se realiza en la parrilla de salida.
Sería imperativo un sistema de sensores en tiempo real que permitieran a la Federación controlar todos estos valores. Por el momento, se han intensificado los controles y la Fia quiere tener acceso a los datos a través del sistema de información estándar, con la idea de entender qué está sucediendo.