Uno de los símbolos de los ’90-’00 podría estar replanteándose la posibilidad de regresar al Gran Circo. Siendo la mano derecha de Jean Todt en la época de Ferrari
Cuando volvemos a las dos últimas décadas de la Fórmula 1 en un viaje con nuestra memoria, una de las caras que más recordamos junto a la de Jean Todt y Michael Schumacher es la de Ross Brawn. Si en 2009 conseguía, con Jenson Button al volante, ganar los dos títulos en juego con un poderío abrumador, en 2013 se iba de Mercedes y desaparecía de los circuitos.
Según algunas voces, consiguió hacerse con la estructura que finalmente sería Brawn por la cantidad simbólica de 1€ y lo vendió por una cantidad (no confirmada) de varias decenas de millones. Todo un visionario.
Ahora, tras más de dos años, en una entrevista realizada por Sky Sports, el hombre que hizo lo imposible (conseguir que un equipo nuevo ganara el mundial) deja la puerta abierta a volver al Gran Circo, pero seguro que no a cualquier precio.
«No hay ofertas a ese nivel. Nunca digas nunca sobre cualquier tipo de cosas así, pero estoy muy contento de hacerlo que estoy haciendo en este momento. No hay nada que me motive o me haga estar interesado en volver» declaró a la prensa inglesa.
«Mi naturaleza de trabajo, cuando estaba en Fórmula 1 era hacer cosas 24 horas al día siete días a la semana. No estoy seguro de querer pasar otra vez 24 horas al día siete días a la semana en algo» añadió.
Más que como Team Principal, Christian Horner vería a Brawn como el hombre perfecto para redactar los próximos reglamentos técnicos de la categoría élite. Para el británico, su compatriota sería el sustituto perfecto de Max Mosley.
«Tal vez se necesita a alguien independiente, alguien que no esté involucrado en la F1 en este momento. Alguien como Ross Brawn, que entiende el negocio y comprende los desafíos para redactar cómo deben ser las especificaciones de un coche» , concluyó Horner.