El presidente de la Scuderia añade más presión al equipo con unas declaraciones anteriores a la carrera en Spa
Sergio Marchionne no deja un minuto para la tranquilidad. Si bien es cierto que el equipo Ferrari no está al nivel que todos esperábamos, desde luego la relajación no parece formar parte del credo de su presidente.
En unas declaraciones anteriores al Gran Permio de Bélgica (que sin duda serían mas duras de haber sabido que pasaría durante la carrera), Marchionne en la Universidad de LUISS (en Roma) afirmaba lo siguiente:
«La segunda fila obtenida en clasificación no está mal, los cambios en la estructura técnica están comenzando a dar resultados, pero necesitamos mucho más. Lo que está claro es que quien no dé el rendimiento adecuado deberá irse de Ferrari. Es una regla que se aplica a todo el equipo, incluyéndome a mí. Tenemos unos objetivos marcados y estamos obligados a conseguirlos.»
Es cierto que incluso después de gastar 3 tokens el ritmo mostrado en carrera fue deficiente. Pero lo que no ayuda es que Red Bull atesore la segunda plaza en el mundial de constructores, ni que Mercedes siga paseándose sin ninguna piedad por cualquier tipo de circuito, la presión va en aumento y esto es lo que tiene el equipo Ferrari, una afición con un hambre voraz y que se está impacientando por la falta de resultados, que van acompañados de ritmos a veces casi dos segundos por vuelta más lentos que los coches de la cabeza de carrera.
La situación personal sufrida por James Allison, con la pérdida de su mujer, claramente marcó un punto y aparte en cuanto al rendimiento de los bólidos rojos. La Scuderia ha tenido que reorganizarse y claramente Marchionne hacía referencia a esta reestructuración al hablar de los cambios internos, y el mensaje es claro: o Ferrari mejora, o no le temblará la mano a la hora de prescindir de quien sea necesario.