Once carreras después de su «ascenso» al equipo titular de Red Bull, su compañero Daniel Ricciardo analiza lo que ha supuesto para él y para el equipo austríaco
El australiano, que en su primer año en Red Bull batió a todo un tetracampeón del mundo como Sebastian Vettel reconoce que la llegada de Max fue un nuevo desafío. Tras un año y un no llega a 3 meses compartiendo box con Daniil Kvyat, la llegada del joven e imberbe holandés resultó estimulante. Sobre todo por las grandes expectativas creadas sobre Verstappen.
Según comenta Daniel, la competencia con su rival ruso en el equipo de la bebida energética había llegado a su tope y su pilotaje no progresaba. Pero la llegada del piloto de 18 años le hizo darse cuenta de que podía llegar más lejos y lo ha ayudado a aumentar su nivel. Aunque la única victoria de Red Bull este año está en posición del hijo del ex-piloto Jos Verstappen, la mayor regularidad (normal en un piloto ya hecho y maduro) del de Perth le han permitido conseguir un mayor número de podios (5) y situarse tercero en el mundial de pilotos.
«Siempre sentí que estaba al límite, y creo que cuando Max llegó, probablemente cambió todo. Estaba rindiendo bien comparado con Dany desde los test hasta Rusia, y llegó Max. Creía que estaba en el límite de mi pilotaje, pero supongo que había un poco más y creo que ambos nos hemos dado eso el uno al otro. Creo que fue un pequeño paso adelante en mi carrera, en mi pilotaje. Creo que Max ha elevado su nivel y también yo lo he hecho, así que es bueno saber que ambos tenemos un poco más que dar. Creo que los dos, sin saberlo, hemos subido nuestro nivel».