El equipo de Maranello acaba con problemas para Vettel y un decepcionante 5º puesto para Kimi
La clasificación de Singapur nos deja un panorama previsible, pero lejos del que los fans deseaban. Se esperaba emoción, y la hay, aunque a medias. Los Mercedes han vuelto a mostrar músculo, aunque los Red Bull en un circuito de chasis, no han defraudado. Sin embargo por la parte del equipo italiano, la cosa no ha ido como se esperaba.
El año pasado fue la escuadra que en esta pista consiguió «hacer mas humano» (valga el símil extraterrestre de Pedro de la Rosa), a los poderosos Mercedes, pero este año Nico Rosberg ha estado soberbio, precisión absoluta. A Hamilton se le complica últimamente el dominio sobre el piloto alemán, al contrario que hace unos meses. Los Red Bull hacen gala de su extraordinario coche, y pueden darnos lo que Ferrari en principio no parece conseguir, algún sustito para los implacables coches plateados de la estrella.
Según Kimi Räikkönen, el problema es simplemente que no hay mas coche, tan sencillo como eso. Vettel se encuentra en la Q1 a 3 ruedas, error imperdonable de la Scuderia, y Kimi lo tiene claro, no se podía más. Del cielo al infierno, de la Pole Position de 2015 al farolillo rojo en 2016. Y Kimi, a lo suyo, apretando hasta donde se puede.
El piloto finlandés explicaba sus impresiones:
«Es decepcionante. Estamos perdiendo terreno. No es catastrófico, pero es obvio que no es nuestro plan. Esperamos mejorar mañana, dependerá de hacer una buena salida».
Por su parte, Sebastian Vettel, se mostró muy decepcionado con no poder participar de forma decente en la Q1 siquiera, el coche iba a tres ruedas, en principio parecía un problema de una anti-vuelco («anti-roll bar»):
«No tenemos claro cual es el problema. Hay que analizarlo. Ir con tres ruedas no es lo ideal. El problema parece de una estabilizadora, no había tiempo de arreglar el problema. Tenemos ritmo. La carrera es larga y podemos hacer una buena actuación, esperamos que no haya mas problemas y podamos dar todo lo que tenemos, aunque la situación diste mucho de ser ideal».
El caso es que el nerviosismo en Ferrari sigue en aumento, este tipo de errores (refiriéndonos al sufrido por Vettel) no hacen más que complicar la temporada a un equipo que se ha visto obligado a reestructurar su organización técnica con la marcha de James Allison y que no consigue alcanzar el nivel ( ni remotamente ) del equipo Mercedes, sea por su sistema de suspensión o no, están a otro nivel, le pese a quien le pese. Ferrari no está teniendo un buen año, entre problemas técnicos (ejemplo, las maravillosas cajas de cambio), la falta de agarre y sus problemas para hacer funcionar neumáticos, la suerte en otras ocasiones, y las «bravuconadas» de Sergio Marchionne, los errores de sus pilotos… todo suma, Red Bull suele ponerse por delante y los Mercedes siguen en otra liga. El problema, es que a quien pesa esta situación es al aficionado, y van tres años de monólogo. Llevándolo a un símil del día a día, las bratwurst están ricas, pero todos los días, como que cansan.