El futuro es incierto, y la atmósfera en la que trabaja no es muy cómoda.
2016 ha sido un año para olvidar para el ruso de Toro Rosso. Daniil Kvyat comenzó su temporada en Red Bull, con el objetivo de batir a su compañero de equipo, y ahora se encuentra relegado al segundo equipo luchando por conseguir algún punto. Su situación podría calificarse como dramática, tras ver cómo una serie de fallos (que pesaron más que las buenas actuaciones) dieron prioridad a un joven de tan sólo 18 años. Su futuro se presenta incierto, y es entendible que el ruso no se encuentre del todo cómodo dentro de su equipo.
“Obviamente Red Bull tiene una opción de contrato conmigo, pero la Fórmula 1 es un deporte donde cualquier cosa puede suceder. Sin embargo, siempre quise tener grandes actuaciones, ya que siempre se abren más puertas para el futuro” declaró Kvyat para motorsport.com.
El futuro más inmediato, 2017, sigue siendo una incógnita para el piloto, quien sin embargo, prefiere centrarse en esta temporada, consciente de que todo puede cambiar en poco tiempo.
«Por el momento sólo estoy pensando en lo que sucede ahora con este equipo y estoy haciendo mi mejor esfuerzo para Toro Rosso. Así que ya veremos” explicaba.
Ante cualquier problema, lo mejor es siempre ver el lado positivo de las cosas, y esa ha sido la postura de Daniil. Afirma que ahora lleva mejor los contratiempos que pueda encontrar en su camino, aunque no puede negar que no se encuentra en un ambiente idóneo.
«Creo que en los últimos cinco años he tenido siempre un montón de altibajos. Está claro que en estos últimos seis meses diría que han sido muy diferentes. Estoy en una atmósfera no muy cómoda para trabajar. Pero me siento normal y muy tranquilo. Estoy disfrutando de mi tiempo en la pista. Puedo estar centrado, puedo trabajar con mis ingenieros y creemos que somos capaces de llegar a sacar el máximo provecho del coche» concluía, tratando de quitar hierro al asunto.
Su fin debería ser deslumbrar en pista, cosa que no está consiguiendo, para poder resolver un futuro que parece no dejarle lugar en la Fórmula 1.