La carrera probablemente más espectacular del año por su escenario nos deparó una de las carreras más emocionantes de los últimos tiempos con una victoria apuradísima por 4 décimas sobre Ricciardo de un Rosberg pidiendo la hora
No es una exageración si os digo que esta de Singapur ha sido una de las mejores carreras de la temporada. Ha habido de todo, desde un Vettel excepcional acabando quinto detrás de su compañero al que imposibilitaron luchar por el podio con un error estratégico. Precisamente la estrategia ha sido uno de los puntos más importantes y su variedad nos ha deparado mucha emoción en los últimos instantes.
Gran papel de los Toro Rosso y en especial de Kvyat, haciendo una gran carrera y recordando al que llegó a Red Bull por méritos propios. También muy bien Alonso con su McLaren y Magnussen con su Renault acabando ambos en los puntos.
El Safety Car no quería llegar tarde a su cita con Singapur y justo después de dar la salida tenía que acudir a la pista debido al accidente de Niko Hülkenberg. El alemán intentaba aprovechar la nefasta salida de Verstappen, pero se metía entre el holandés y su ex-compañero Sainz, tocándose con la rueda delantera derecha del hispano y chocando contra el muro.
Los pilotos se veían obligados a parar en boxes para aprovechar la situación, aunque algunos como Button y Bottas que si que tenían problemas, alerón tocado para el británico y un pinchazo para el finlandés, que era adelantado por Vettel en el Pit Lane.
Mientras tanto Fernando Alonso se había colocado quinto, acechado por los coches de las bebidas energéticas. Kvyat, Sainz y Verstappen. Esta lucha tan bonita se diluyó un poco con la obligación de parar a Carlos impuesta por Dirección de Carrera como consecuencia de un deflector lateral que llevaba roto y colgando desde el accidente con Hülkenberg.
Por delante los dos Mercedes empezaban a tener problemas de frenos, teniendo que empezar ya a conservar desde la vuelta 8-9. Este mensaje sirvió de estimulo a Ricciardo y Kimi, que fueron acercándose a los coches alemanes. Pero desde la escudería de la estrella reaccionaron rápido y contuvieron a los perseguidores de los pilotos hasta que pudieron parar a cambiar neumáticos.
El que no estaba haciendo una gran carrera pero sin apenas atención estaba siendo Sergio Pérez, que utilizando una estrategia de las suyas había llegado al quinto puesto con la rueda más dura. Mientras por detrás de ellos estaba el grupo que llevaba junto toda la carrera, Alonso, Kvyat y Verstappen. Un trío que nos dio las mejores batallas de la noche singapurense.
Saliendo justamente por detrás del piloto al que había bajado de su asiento en Red Bull. Max tuvo una lucha brutal con el ruso, resistiéndose hasta el límite de la pista para que no le adelantara bajo ningún concepto. Tras un par o tres de vueltas desesperado y subiéndose por las paredes, el joven de 18 años fue perdiendo ritmo y se alejó del Toro Rosso debido a la sobreconducción y sobrecalentamiento de las ruedas.
La carrera seguía transcurriendo y el ganador seguía sin estar decidido. Rosberg no podía distanciar a más de 4 segundos al australiano de Red Bull y a su vez Hamilton perdía cada vez más tiempo con Räikkonen. Hasta que finalmente y fruto de un error de conducción, el de Ferrari se acercó al británico y lo sobrepasó.
Buena noticia pasajera, pues Kimi entró a la vuelta siguiente realizando un undercut sobre el líder del mundial. Aunque en el box de Lewis estuvieron rápidos no pudieron evitar la pérdida de la tercera posición con el finlandés.
Buen papel de los Haas, que llegaron a estar en los puntos con Esteban Gutiérrez. Una lucha que perdieron (lógicamente) con el Ferrari de Sebastian Vettel, que llegaba con ultrablandos y ganó a Sainz, penalizado por el motor Ferrari 2015. Por delante estaba Pérez, que no realizó una buena estrategia con esta segunda parada y salió por detrás de Alonso en la parada en boxes del español.
Cuando todo parecía estabilizado por delante y el podio tenía 3 integrantes más o menos claros llegó el giro inesperado de Mercedes. Hamilton que se estaba comiendo a Kimi, siguiendo el «plan b» de la marca alemana. Esa segunda opción era hacerle un undercut a Ferrari e intentar que picaran. Y aunque resulte sorprendente, a pesar de tener ruedas hasta el final y a Lewis a 29 segundos en «La scudería» picaron. Se comieron la trampa con patatas y hasta guarnición.
El de Stevenage ganó la posición al de Ferrari y provocó un cambio total en la estrategia de los dos pilotos delanteros. Ricciardo le aplicó la misma estrategia a Rosberg que Hamilton a Kimi, poniendo nerviosos a los estrategas del equipo afincado en Brackley. Que incluso amagaron con meter al alemán, pero la diferencia de 27 segundos era insuficiente y se arriesgaron.
Los pilotos que habían puesto el neumático más blando en la última parada empezaron a recuperar tiempo y posiciones a los que habían optado por una estrategia de dos paradas. Verstappen pasó como un avión a Kvyat, a Magnussen con un buen Renault, a Pérez y a Alonso para colocarse 6º. Y por delante tanto Räikkönen como Ricciardo con los ultrablando se marcharon en pos de los Mercedes.
Emocionantísimo final de carrera, con el foco puesto en la lucha por la victoria y en si Kimi lograría adelantar a Hamilton. Poco a poco se acercaba el Red Bull número 3 de Ricciardo al Mercedes de Nico, entre 2.5 y 3 segundos le quitaba en cada vuelta el australiano. Con más de 25 segundos de ventaja parecía difícil llegar, pero Daniel no se iba a rendir.
El ultrablando le funcionó a la perfección al de Perth, que con el coche descargado y la pista engomada no bajaba de rendimiento. Pasaban las vueltas y el rendimiento de las ruedas del Red Bull no decaía, seguían los segundos cayendo. Quince, doce, nueve, siete… y por momentos parecía que la victoria podría escapársele al líder de la victoria.
Con 2 segundos de diferencia entraron los dos pilotos en la última vuelta, además de que los doblados se estaban acercando cada vez más y podrían haber influido en el resultado. Pero ni aun con todo el esfuerzo y ritmo del mundo pudo el australiano. Que le quitaba décima a décima en cada curva, en cada frenada… pero la vuelta se le hizo corta para poder atacar al doble subcampeón del mundo y Rosberg consiguió la victoria por sólo 4 décimas.
Para terminar aquí os dejamos la clasificación final del GP: