Originalidad, velocidad, elegancia o precisión; algunas de las características que destacaron durante el fin de semana
Distintas categorías, diferentes competiciones, diversas cualidades premiadas, con un único objetivo: disfrutar de todos los ámbitos del motorsport. Ésa ha sido la intención del Espíritu del Jarama, evento que reunió automóviles de hace años con los actuales, Seat con Fórmula 1, Porsche con los coches de los cómics de Tintín… Un popurrí capaz de entretenernos y hacernos viajar en el tiempo, gracias a la evolución de eso que a muchos nos apasiona.
El cartel del fin de semana mostraba su principal atracción: La fórmula 1 histórica. Monoplazas de entre los años 66 y 85 se darían cita, después de 35 años, en el Jarama. Verlos en pista traía a nuestros días un sonido, una estética e incluso un ambiente que los aficionados no podemos encontrar actualmente. Joyas como el McLaren M10A, el Lotus 79, el March 761 o el Hesketh 308E hicieron las delicias de los asistentes.
Los comisarios dieron el visto bueno a tan sólo 8 de los 11 coches que se habían inscrito inicialmente, dejando a dos claros protagonistas: El Lotus 91/5, dominante durante todo el fin de semana, y el Hesketh 308E fueron capaces de abrir espacio con el resto, mostrándose intratables.
Sin embargo, muchas otras actividades recibieron nuestra atención, y no era para menos. Sin ir más lejos, en el circuito madrileño se decidió el sábado el campeón de la primera edición de la Fórmula 4 española: Richard Verschoor ganaba matemáticamente el campeonato en la primera carrera, rematando el fin de semana quedando primero en las dos siguientes carreras.
En pista, muchas otras competiciones se sucedieron, como FIA Masters Historic Sports Car Championship, Trofeo Ibérico Legend, Campeonato de España de Resistencia (CER), Masters Three Hours… Consiguiendo así que la actividad en pista no cesase.
Tampoco cesó la actividad fuera de la misma. El concurso de elegancia trajo al circuito prototipos como el Ford GT 40 o el Porsche 917K, que consiguieron sacar más de una ovación al ponerse en pista durante unos minutos para el disfrute de sus dueños y de los espectadores.
Por si fuese poco, en el Jarama se quiso recordar a la marca española SEAT. Se celebró el aniversario del SEAT 850 y se premió la participación de los asistentes con el concurso al SEAT clásico más original.
La combinación de actividades dentro y fuera de la pista, así como el eje principal del evento consiguieron que los más jóvenes, y los que no lo eran tanto, disfrutasen de los coches de forma original e inolvidable.