GRAN PREMIO DE ABU DHABI, la carrera más estratégica del año, comandada por Hamilton, acaba con Nico Rosberg como campeón del mundo esta temporada 2016
Última carrera del año, Abu Dhabi, Circuito de Yas Marina. Espectacular. Es cierto que no ha sido la carrera más emocionante del año en cuanto a actividad en pista, pero ha mostrado virtudes de los pilotos hasta la última curva.
Channel 4 F1
Una carrera de calculadora. Quizá sea ese el concepto que mejor defina este domingo. Hamilton ha dominado sin lugar a dudas la carrera de este Gran Premio, haciendo gala de un cálculo y un control de la situación espectacular. Ha especulado desde el primer momento y ha intentado que Rosberg tuviera problemas con el resto de perseguidores desde que comenzó la carrera. Sí, Hamilton ha especulado. Y si no lo ha hecho, esa es la impresión que ha dado.
La carrera comenzó con una salida relativamente limpia. Salvo por el toque con un Force India por parte de Max Verstappen, que ha supuesto un trompo sin consecuencias para el piloto holandés. Sin embargo, la joven promesa ha hecho una gran carrera y consiguió estar muy cerca de la cabeza pese a ir a una sola parada.
Los de Red Bull hicieron un gran trabajo. Ricciardo tenía un gran ritmo poniendo en aprietos a Kimi Raikkonen en más de una ocasión, de hecho en la vuleta 9 estableció constancia de dicho ritmo marcando la vuleta rápida en ese momento de la carrera. Las paradas en boxes fueron muy prematuras. Antes de lo esperado, en la vuelta 7 ya había parado Sainz, y no tardaron en seguirle la mayoría de la parrilla.
En Williams la suerte se dividió por partes desiguales, dado que Valteri Bottas tuvo que entrar boxes para acabar su carrera por problemas mecánicos en su monoplaza. No fue el único con inconvenientes en su coche. Jenson Button terminó su carrera en la Fórmula 1 de la peor manera posible, con una rotura fortuita en su suspensión que hizo que en la vuelta 12 se acabase su Gran Premio. Una pena para el «gentleman» que se retiraba hoy.
(c)Mercedes
No tardó en complicarse la vida para más pilotos. Daniil Kvyat rompió su caja de cambios en la vuelta 16, afortunadamente se apartó en un sitio en el que no supuso ningún problema para el discurso de la carrera y no tuvo que intervenir el Safety Car.
El segundo tercio de la carrera comenzó con Nico Rosberg adelantando a Max Verstappen en una arriesgada maniobra sobre la vuelta 20, aunque el de Red Bull pararía solo un par de vueltas después.
La segunda tanda de paradas en boxes se produjo en una calma tensa, en la que todos se tomaban el pulso manteniendo las distancias, con Lewis Hamilton sin desplegar todo su potencial en la pista, intentando poner en aprietos a Nico. Ricciardo paró pronto pero eso le complicó el final del Gran Premio, aunque en ese momento tuvo un ritmo muy bueno.
La situación que desconcertó a propios y extraños fue lo tardía que fue la segunda parada de Sebastian Vettel. Perdía más de un segundo por vuelta y aún así seguía en pista. A la postre se demostraría que no era ninguna locura, pese a parar en la vuelta 38.
Cuando Vettel montó los super blandos, su ritmo fue demoledor. No tardó en quitarse a su compañero de en medio, posteriormente alcanzaría a los Red Bull y daría cuenta de ellos.
En la vuelta 42 desgraciadamente Jolion Palmer se pasó de frenada y se llevo «puesto» a Carlos Sainz, que también parece que sufría problemas en su caja de cambios, al igual que su compañero Kvyat.
El final de carrera transcurrió con Rosberg intentando dar caza a Hamilton, apretó y se acercó mucho al piloto británico. Pero Vettel hizo lo propio, adelantó a ambos Red Bull y a punto estuvo de compllicarle su gran día al flamante campeón, parecía que el Ferrari del piloto alemán iba remolcado del Mercedes.
Afortunadamente para Nico Rosberg, Vettel no encontró ocasión. De haberlo hecho es posible que estas letras fuera bien distintas, dado que Verstappen estaba al acecho y en un momento de incertidumbre podría haber adelantado sin demasiados problemas al que ahora es Campeón del Mundo de Fórmula 1.
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Nada más que felicitar al piloto alemán que ha hecho gala de un gran control de la presión a la que Lewis le ha sometido y que demuestra que no todo es talento innato. Nico Rosberg es el ejemplo vivo de trabajo y constancia.
