Lewis Hamilton afirma no verse sorprendido por la noticia, según él, «porque conoce a Rosberg hace mucho tiempo»
El «terremoto Rosberg» acaba de comenzar. Por un lado ya hay ríos de tinta ( y de cristal líquido de las pantallitas ) con los que se frotan las manos con un remake de «McLaren 2007: El fin de los días», pero esta vez a lomos de las flechas plateadas, y por el otro Hamilton sacando pecho y haciendo gala de su estilo y clase. Rollo británico, a lo James Bond, supongo.
«No me extraña su decisión, pero bueno debe ser porque nos conocemos hace mucho. Es la primera vez que me gana en 18 años, desde el karting, así que no me extraña que haya decidido parar». Nada, perlita dedicada para el alemán.
«De todos modos el tiene familia, hijos… y la Fórmula 1 consume mucho tiempo. Desde que empezamos con 13 años de edad ya hablábamos de cuando fuéramos campeones. Cuando llegué a Mercedes, él ya estaba aquí y volvimos a hablar de lo mismo, fue un poco como volver a esa edad».
No todo fueron zascas y «mira que fuerte soy que le he causado trauma» por parte de Lewis, tuvo unas balsámicas palabras:
«El deporte le echará de menos. Y sin duda le deseo todo lo mejor».
Como antes apuntábamos, las especulaciones acerca de su futuro compañero no dejan de sucederse. Y el morbo de 2007 flota en el ambiente, como el olor a cigarro Ducados, se extiende y no pasa desapercibido:
«No pretendo influir en el equipo para mi compañero. Seguro que Vettel y Fernando están en contacto con Mercedes. Solo quiero igualdad en el trato, lo demás no me importa. Si me tratan de forma limpia, no me importa quién se siente a mi lado».
Lewis es más que consciente de la situación, más que sabedor de que el asiento del coche que sea como el suyo tiene muchos novios. Muchos. Y ha dejado mensaje «subliminal» a sus «bosses»:
«Tenemos unos grandes jefes, no tengo ninguna duda de que elegirán a la persona adecuada para representarles. Yo estoy aquí para correr. Yo aún amo pilotar, y estoy centrado en tener una mejor temporada el año que viene».
Bonitas palabras de Lewis. Genio y figura, para qué negarlo. Veremos como acaba esta super «silly season» que se acaba de inaugurar de forma absolutamente inesperada.
Estaremos al corte.